Como todo lo que circula en redes sociales, algo hay de cierto y mucho de falso, y, por lo tanto, lo más sensato es dudar de lo que ahí se diga, pues a diferencia de los medios formales de información, no todos claro está, hay rigor, verificación en sus publicaciones. Lo más recomendable es acudir a las fuentes directas, aunque ahora hasta las estadísticas oficiales no son creíbles. Este contexto sirve para plantear lo que está pasando con el dengue. Lo hay, existe, y es inquietante cómo suben las cifras de enfermos todos los días. Varios factores intervienen en la proliferación del mosquito transmisor del dengue, principalmente cuando en las casas se acumulan objetos inservibles, cacharros, que se convierten en criaderos del mosco; otro componente es la migración de personas de Centroamérica, algunos infectados, y en los estados por donde pasan van dejando la enfermedad, pero más inquietante es que las autoridades sanitarias del estado no asuman su responsabilidad para la prevención de este mal. Este año, a diferencia de anteriores, no se ha implementado una campaña de fumigación por las zonas históricamente han padecido este problema, ni tampoco, como en otras ocasiones, hay personal desplegado en territorio para revisar patios, maceteros, aljibes, y depositar polvo granulado de Malathion. ¿Qué sucede? Podría tratarse de falta de recursos, incomprensible cuando el gobierno del estado hace devoluciones multimillonarias a la Tesorería de la Federación para quedar a libre disposición para gasto del gobierno de la República. De acuerdo con el Panorama Epidemiológico de Dengue 2023 de la Secretaría de Salud (federal), al mes de septiembre se registran 115 mil 212 “casos probables” de dengue a nivel nacional, y de esa cifra, sólo tienen 20 mil 511 confirmados; de dicho total, 73% de los casos corresponden a los estados de Yucatán, Veracruz, Quintana Roo, Morelos y Puebla, donde se han registrado ocho defunciones, que parecen pocas frente al crecimiento exponencial de este padecimiento, y esto da una idea de que el manejo estadístico oficial del dengue tiene mucha similitud con el que se aplicó en los fallecimientos por Covid-19, donde hubo cientos de miles de muertes a las que no se les atribuyó como causa el coronavirus, sino se mandaban a un sub-registro de muertes por insuficiencia respiratoria. Esa omisión de la autoridad de Salud del estado podría continuar y generar muertes si no hay una atención médica adecuada, o si el padecimiento es de tipo hemorrágico, por lo cual, lo único que la sociedad puede hacer es tomar todo tipo de precauciones, organizarse, limpiar de cacharros sus patios, colocar telas mosquiteras en puertas y ventanas, utilizar repelentes, y rezar.
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