/ viernes 3 de enero de 2020

Año Nuevo

Desde el pasado miércoles estamos estrenando año, el dos mil veinte, lo que nos hace recodar aquella sentencia que reza “año nuevo, vida nueva”, es decir, olvidemos lo pasado para iniciar un libro nuevo tomando como base los propósitos hechos mientras comíamos las tradicionales 12 uvas.

Y lo mejor sería efectuar, en la medida de lo posible, lo reflexionado sobre nuestro comportamiento hacia nuestros semejantes, y las autoridades correspondientes efectuar las obras necesarias para subsanar los problemas y de esta manera los afectados finalmente vean la ayuda que tanto imploran, como lo demuestran quienes piden sean revisados algunos de los camiones que ellos uilizan para llegar a casa o al trabajo, pero además que se hagan la pregunta: ¿Me gustaría vivir como lo hacen quienes viven en la segunda privada de la calle de Higueras?

Para disfrutar tranquilos el inicio de año trataremos de escribir un poema para darles a conocer lo que esperamos encontrar en las alforjas del año que recién comienza.

FELIZ AÑO // Que todos hayan dicho: / las doce; digamos: El adiós, al año aquí se va. / Bridemos por el año que comienza // por que nos triga ensueños / por que no sea su equipaje / un cúmulo de amargos desconsuelos / para soportar doce meses de viaje.

Como se puede leer no es la gran cosa, sin embargo está escrito con mucho afecto.

Así pues, sin conocerlos esperamos que tengan un año feliz.

Todos podemos autoayudarnos procurando no gastar más de lo que ganamos y evitar endeudarnos para evitar tener que estar pensando y preguntándonos cómo voy a pagar, echando a perder nuestras noches no durmiendo por estar pensando en el problema, lo que se puede evitar gastando únicamente lo que tenemos.

En lo particular nos costó trabajo llegar a esta conclusión y cuando lo hicimos mejoramos nuestro vivir, por lo cual nos atrevemos a recomendarla. En la inteligencia que alguna persona pueda mejorarla para bien de todos será mejor si nos tendemos la mano desinteresadamente. Recordemos que la unión hace la fuerza.

Para alimentarnos lo más sanamente posible debemos eliminar radicalmente de nuestra mesa los alimentos chatarra, pues en su nombre llevan la indicación de ser inútiles para nuestro propósito, que es comer sanamente, además de hacerlo ver a nuestros hijos.

De tal manera que no enfermen y desquicien la economía familiar al tener que comprar medicinas.

Desgraciadamente nuestra vida depende del dinero que tenemos, lo que hace cierta la sentencia que reza “dime cuánto tienes y te diré quién eres”. ¡Salud!

artantvarzam@hotmail.com