/ domingo 27 de octubre de 2024

Aquello que nos debe importar

Las metas comunes no deben apartarse de la justicia distributiva, y no apegarse a la arbitrariedad de todo aquel que traiga un uniforme y una patrulla oficial. Que se dediquen a perseguir a los auténticos delincuentes y delincuentas, disculpen la expresión. Las patrullas de tránsito, de policía, de diversos entes corporativos de la seguridad pública comparten un origen común, a saber, todo el dinero público proviene de nuestros impuestos; eso es lo que algunos elementos pretenden ignorar, ya no debe haber moches, multas arbitrarias, o grúas oportunistas que hagan naufragar el frágil sueldo de los ciudadanos promedio.

Eso por un lado. Por el otro, los bancos ibéricos radicados en México, léase Santander y BBVA, no han actuado con verticalidad en muchos casos de pequeños clientes, ah pero dejan pasar a las moscas grandes por sus telarañas, pero a las pequeñas se las tragan, o en su caso, les fincan cargos arbitrarios, especialmente los aún surgidos del período post-pandémico del Covid-19. En Europa tratan de presumir que son la única economía que crecerá en 2025, cuando la realidad social apunta todo lo contrario, con serios problemas en el sistema de jubilaciones de allá, y también con turistas atracados con la gracia del “se te figuró”, aquí no hay ladrones en los hoteles, las cosas solo cambian de dueño, y esto lo afirmo por la experiencia de amistades que fueron allá mucho antes del C-19 y los atracaron, será que está mejor ahora que necesitan proteger solo su interés a ultranza; por supuesto que pocos lo vamos a creer.

Aquí el dólar y su precio no lo fija la presidenta Claudia Sheinbaum, tampoco el Banco de México, lo establece el mercado internacional de divisas, y en gran medida se ve reforzado por las remesas de nuestros connacionales en EU y Canadá; a los dueños del tesoro en masa del capital que financia la guerra en otras latitudes les interesa en un 70% imponer su supremacía en ganancias económicas, el resto es mera propaganda política. Debe importarnos y mucho, que el gobierno federal y los gobiernos estatales armonicen sus diferencias, no solo haber ganado las elecciones con eficacia, habrá de resolver los diferendos entre unos y otros actores primordiales del desarrollo ascendente en México, crecimiento, no devaluación, especialmente, atención a la ciudadanía que somos los usuarios de múltiples instituciones que se encargan de nuestro dinero, de la seguridad pública, y otros aspectos torales a considerar como la salud pública y mental de nuestra sociedad.

Creo que un gobierno de izquierda no lo habíamos tenido nunca, la economía mixta era un decreto. Siendo ahora, así se dice CFE y Pemex empresas paraestatales. O propiedad del Estado mexicano, y el factor primordial radica en que con ello se beneficie a la población en lo general, que bajen las tarifas de luz y el costo de las gasolinas y el gas de uso doméstico.

La CNDH debe ampliar su rango de cobertura en beneficio de todos, la Condusef debería estar ligada también con los derechos humanos, para brindar una cobertura más estable en muchos casos de ciudadanos que no saben defenderse ante diversas clases de atropellos, tanto en rubros bancarios, e incluso en asuntos laborales, adonde el exceso de burocratismo y legalismo obsoleto impiden una justicia a menor costo, en menos tiempo, y sin tanto trámite engorroso.

Creo firmemente que Banamex debe ser recuperado por el gobierno federal, y no rematarlo al mejor postor, al que solo vea en el dinero el producto, y en los intereses la arrogante ganancia de criminales de corbatita y trajecito. Basta de malignizar lo propio, de darle la razón total a lo extranjero, que el país florezca, y que sea la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y su equipo los guías de ello. Sin dejar a un lado a la oposición, que hoy tiene un carácter pírrico, recuerden que la minoría se respeta, y ahora Morena deberá poner el ejemplo de buen gobierno.

Las metas comunes no deben apartarse de la justicia distributiva, y no apegarse a la arbitrariedad de todo aquel que traiga un uniforme y una patrulla oficial. Que se dediquen a perseguir a los auténticos delincuentes y delincuentas, disculpen la expresión. Las patrullas de tránsito, de policía, de diversos entes corporativos de la seguridad pública comparten un origen común, a saber, todo el dinero público proviene de nuestros impuestos; eso es lo que algunos elementos pretenden ignorar, ya no debe haber moches, multas arbitrarias, o grúas oportunistas que hagan naufragar el frágil sueldo de los ciudadanos promedio.

Eso por un lado. Por el otro, los bancos ibéricos radicados en México, léase Santander y BBVA, no han actuado con verticalidad en muchos casos de pequeños clientes, ah pero dejan pasar a las moscas grandes por sus telarañas, pero a las pequeñas se las tragan, o en su caso, les fincan cargos arbitrarios, especialmente los aún surgidos del período post-pandémico del Covid-19. En Europa tratan de presumir que son la única economía que crecerá en 2025, cuando la realidad social apunta todo lo contrario, con serios problemas en el sistema de jubilaciones de allá, y también con turistas atracados con la gracia del “se te figuró”, aquí no hay ladrones en los hoteles, las cosas solo cambian de dueño, y esto lo afirmo por la experiencia de amistades que fueron allá mucho antes del C-19 y los atracaron, será que está mejor ahora que necesitan proteger solo su interés a ultranza; por supuesto que pocos lo vamos a creer.

Aquí el dólar y su precio no lo fija la presidenta Claudia Sheinbaum, tampoco el Banco de México, lo establece el mercado internacional de divisas, y en gran medida se ve reforzado por las remesas de nuestros connacionales en EU y Canadá; a los dueños del tesoro en masa del capital que financia la guerra en otras latitudes les interesa en un 70% imponer su supremacía en ganancias económicas, el resto es mera propaganda política. Debe importarnos y mucho, que el gobierno federal y los gobiernos estatales armonicen sus diferencias, no solo haber ganado las elecciones con eficacia, habrá de resolver los diferendos entre unos y otros actores primordiales del desarrollo ascendente en México, crecimiento, no devaluación, especialmente, atención a la ciudadanía que somos los usuarios de múltiples instituciones que se encargan de nuestro dinero, de la seguridad pública, y otros aspectos torales a considerar como la salud pública y mental de nuestra sociedad.

Creo que un gobierno de izquierda no lo habíamos tenido nunca, la economía mixta era un decreto. Siendo ahora, así se dice CFE y Pemex empresas paraestatales. O propiedad del Estado mexicano, y el factor primordial radica en que con ello se beneficie a la población en lo general, que bajen las tarifas de luz y el costo de las gasolinas y el gas de uso doméstico.

La CNDH debe ampliar su rango de cobertura en beneficio de todos, la Condusef debería estar ligada también con los derechos humanos, para brindar una cobertura más estable en muchos casos de ciudadanos que no saben defenderse ante diversas clases de atropellos, tanto en rubros bancarios, e incluso en asuntos laborales, adonde el exceso de burocratismo y legalismo obsoleto impiden una justicia a menor costo, en menos tiempo, y sin tanto trámite engorroso.

Creo firmemente que Banamex debe ser recuperado por el gobierno federal, y no rematarlo al mejor postor, al que solo vea en el dinero el producto, y en los intereses la arrogante ganancia de criminales de corbatita y trajecito. Basta de malignizar lo propio, de darle la razón total a lo extranjero, que el país florezca, y que sea la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y su equipo los guías de ello. Sin dejar a un lado a la oposición, que hoy tiene un carácter pírrico, recuerden que la minoría se respeta, y ahora Morena deberá poner el ejemplo de buen gobierno.