/ lunes 2 de septiembre de 2024

Asesinatos, drenajes colapsados y devastación

La que acaso sea la región más bella de Veracruz, por desinterés, complicidades y omisiones está entre devastada y chorreando sangre e inmundicia.

En San Andrés Tuxtla casi dejaron pelón a Balzapote, en toda la zona hay constantes asesinatos y en Catemaco gran parte del drenaje va a parar a la laguna.

A ninguna autoridad le importó y debido a eso a la nueva gobernadora Rocío Nahle le costará un gran trabajo impulsar el turismo como lo ha prometido.

Los últimos seis años, los del gobierno de Cuitláhuac, fueron tiempo perdido para esa zona de Veracruz que, insistimos, acaso sea la más bonita de Veracruz.

Su belleza sobresale. Ríos, caída de agua, laguna, extensas playas, mar con vistas muy atractivas y una vegetación que por más que la rapan aún impone.

Pero tiene su contraparte negativa. Para empezar la inseguridad en una amplia franja en donde tristemente sobresale Catemaco como el municipio más violento. Los constantes crímenes dan a entender que ahí existe una guerra entre cárteles por el dominio de la plaza, independientemente que es sabido que su costa es paso de miles de migrantes.

Pero no hay ningún operativo especial. La policía municipal no hace nada, la Estatal hace lo mismo y la Guardia Nacional o militares solo se aparecen luego de que hay muertos, lamentan catemaqueños.

La laguna, que podría ser un gran atractivo, está muy contaminada. No menos de la mitad de los drenajes de las casas, advierten pobladores, están colapsados y todo va a parar a la laguna, sin que la comisión del agua, que depende de CAEV, haya movido un dedo para solucionar ese problema que a la Procuraduría del Medio Ambiente, tan movida solo para los casos que le interesan, haga algo para presionar para la realización de obras.

Por Balzapote y su vegetación tampoco alguna autoridad hizo algo para salvarlo. Lo dejaron prácticamente pelón por la extracción de piedra para las construcción del Tren Maya.

Hace algunos años las protestas por la extracción de piedra para la ampliación del puerto de Veracruz sirvieron de algo, hoy hubo oídos sordos.

Las autoridades estatales voltearon hacia otro lado diciendo que ahí debería intervenir alguna dependencia federal. Lo cierto es que nadie impidió el ecocidio para no terminar enfrentando al presidente López Obrador y a una de sus obras principales.

Así las cosas, la región de Los Tuxtlas con su devastación, contaminación y crímenes es una muestra clara de lo que fue el gobierno de Cuitláhuac García. No hizo algo de importancia para mejorar sus condiciones.

Es la primera vez que nos vemos de frente, dijo una madre buscadora a personal de la Fiscalía en la semana que acaba de terminar, en alusión a que nunca fueron atendidas en seis años.

Eso resume a este gobierno. No vio de frente a los veracruzanos y le dio la vuelta a los problemas, como en Los Tuxtlas.

Rocío Nahle si quiere superar solo un poco lo que hizo este gobierno la tiene fácil. Si quiere mejorar a Veracruz la tiene muy difícil, le dejan por todos lados problemas.


La que acaso sea la región más bella de Veracruz, por desinterés, complicidades y omisiones está entre devastada y chorreando sangre e inmundicia.

En San Andrés Tuxtla casi dejaron pelón a Balzapote, en toda la zona hay constantes asesinatos y en Catemaco gran parte del drenaje va a parar a la laguna.

A ninguna autoridad le importó y debido a eso a la nueva gobernadora Rocío Nahle le costará un gran trabajo impulsar el turismo como lo ha prometido.

Los últimos seis años, los del gobierno de Cuitláhuac, fueron tiempo perdido para esa zona de Veracruz que, insistimos, acaso sea la más bonita de Veracruz.

Su belleza sobresale. Ríos, caída de agua, laguna, extensas playas, mar con vistas muy atractivas y una vegetación que por más que la rapan aún impone.

Pero tiene su contraparte negativa. Para empezar la inseguridad en una amplia franja en donde tristemente sobresale Catemaco como el municipio más violento. Los constantes crímenes dan a entender que ahí existe una guerra entre cárteles por el dominio de la plaza, independientemente que es sabido que su costa es paso de miles de migrantes.

Pero no hay ningún operativo especial. La policía municipal no hace nada, la Estatal hace lo mismo y la Guardia Nacional o militares solo se aparecen luego de que hay muertos, lamentan catemaqueños.

La laguna, que podría ser un gran atractivo, está muy contaminada. No menos de la mitad de los drenajes de las casas, advierten pobladores, están colapsados y todo va a parar a la laguna, sin que la comisión del agua, que depende de CAEV, haya movido un dedo para solucionar ese problema que a la Procuraduría del Medio Ambiente, tan movida solo para los casos que le interesan, haga algo para presionar para la realización de obras.

Por Balzapote y su vegetación tampoco alguna autoridad hizo algo para salvarlo. Lo dejaron prácticamente pelón por la extracción de piedra para las construcción del Tren Maya.

Hace algunos años las protestas por la extracción de piedra para la ampliación del puerto de Veracruz sirvieron de algo, hoy hubo oídos sordos.

Las autoridades estatales voltearon hacia otro lado diciendo que ahí debería intervenir alguna dependencia federal. Lo cierto es que nadie impidió el ecocidio para no terminar enfrentando al presidente López Obrador y a una de sus obras principales.

Así las cosas, la región de Los Tuxtlas con su devastación, contaminación y crímenes es una muestra clara de lo que fue el gobierno de Cuitláhuac García. No hizo algo de importancia para mejorar sus condiciones.

Es la primera vez que nos vemos de frente, dijo una madre buscadora a personal de la Fiscalía en la semana que acaba de terminar, en alusión a que nunca fueron atendidas en seis años.

Eso resume a este gobierno. No vio de frente a los veracruzanos y le dio la vuelta a los problemas, como en Los Tuxtlas.

Rocío Nahle si quiere superar solo un poco lo que hizo este gobierno la tiene fácil. Si quiere mejorar a Veracruz la tiene muy difícil, le dejan por todos lados problemas.