/ domingo 30 de junio de 2024

Basta ser humano

Jugamos a ser dioses por el tiempo en que vivimos, a veces poco o nada importa el sentimiento humano de asistencia, auxilio, correspondencia, o de un apoyo más allá de donde el interés económico persistirá.

Las deflagraciones más reñidas entre los intereses creados provienen de la explosiva ambición de poder, y este por sí mismo genera desacuerdos y rupturas del entendimiento entre las naciones y los bloques aliados del poder; los hombres primitivos se organizaban para cazar, sus flechas de piedra, obsidiana, sujetas a un palo eran el arma de combate, y evolucionamos al arco, la ballesta, el arcabuz, el fusil, la pistola de un solo tiro, las catapultas como un ensayo de los misiles de hoy; en tal forma el desarrollo tecnológico se expande más por la vía militar que por alguna otra necesidad científica, dando como resultado un exceso de gasto en armamento de todo tipo. El ejemplo más claro de tecnología militar que ha entrado a nuestro hogar, es el tan necesario horno de micro-ondas.

Todo recurso humano, natural, económico, de espacio territorial tiene un límite, como seres humanos apreciamos la comodidad, la electricidad, y en Europa tienen un exceso de producción eléctrica, lo cual les ha generado un grave problema, es decir el “abaratamiento del costo que se paga en ciertos lugares por ella”. Otro tema anexo lo hemos visto actualmente, es el agua para consumo humano en primer lugar, inmediatamente para uso agro-industrial, y derivados de las diversas industrias que requieren de tan vital recurso hídrico; en directo surge el tema petrolífero, así el presidente Obrador ha apostado a tal industria, si bien no con los resultados que él esperaba, sí logrando la cimentación de una infraestructura de refinamiento, producción, exportación, y transformación del petróleo en crudo para diversos fines como lo es la obtención de medicamentos a partir del mismo; la infraestructura está hecha, lo demás es cuestión de la continuidad en la activación plena de tal industria tan necesaria a toda la humanidad.

Se avecina el cambio de gobierno federal, como una necesidad política y humana, y Claudia Sheinbaum será la mujer más observada en todo detalle público de su desenvolvimiento; sin embargo emergen otras figuras concurrentes y con un alto humanismo, como lo es Marcelo Ebrard, ocupando un cargo enorme para el destino del humanismo y la economía mexicana, ello ha generado confianza, amortiguando la creencia de un absolutismo gobiernícola.

Basta ser humano para entender nuestras preocupaciones, por nuestros hijos, familias, allegados, amistades, por nosotros mismos y la unidad de la patria en su conjunto. Al vivir un momento crucial en la reconfiguración del poder internacional de los intereses globales, la ciencia y la tecnología, la producción en general, pero también en nuestro propio bolsillo y las instituciones que generan empleos, satisfactores, bienes de consumo, bienestar para la mayoría, entendiendo que nada proviene de la nada, todo tiene uno o varios fundamentos de valor y creación de capital, de valores de producción, pero al mismo tiempo de especulación y corrupción; como a vía de ejemplo el llamado sistema, el sistema es un culpable, donde nadie da la cara, es que el sistema así lo indica, es que hubo un error del sistema y su depósito no se registró. Basta ser humano y corrupto, para convertirse en sistema y medrar a partir del mismo.

Recordemos: “La obra maestra de la injusticia es parecer justo sin serlo” Platón.


Jugamos a ser dioses por el tiempo en que vivimos, a veces poco o nada importa el sentimiento humano de asistencia, auxilio, correspondencia, o de un apoyo más allá de donde el interés económico persistirá.

Las deflagraciones más reñidas entre los intereses creados provienen de la explosiva ambición de poder, y este por sí mismo genera desacuerdos y rupturas del entendimiento entre las naciones y los bloques aliados del poder; los hombres primitivos se organizaban para cazar, sus flechas de piedra, obsidiana, sujetas a un palo eran el arma de combate, y evolucionamos al arco, la ballesta, el arcabuz, el fusil, la pistola de un solo tiro, las catapultas como un ensayo de los misiles de hoy; en tal forma el desarrollo tecnológico se expande más por la vía militar que por alguna otra necesidad científica, dando como resultado un exceso de gasto en armamento de todo tipo. El ejemplo más claro de tecnología militar que ha entrado a nuestro hogar, es el tan necesario horno de micro-ondas.

Todo recurso humano, natural, económico, de espacio territorial tiene un límite, como seres humanos apreciamos la comodidad, la electricidad, y en Europa tienen un exceso de producción eléctrica, lo cual les ha generado un grave problema, es decir el “abaratamiento del costo que se paga en ciertos lugares por ella”. Otro tema anexo lo hemos visto actualmente, es el agua para consumo humano en primer lugar, inmediatamente para uso agro-industrial, y derivados de las diversas industrias que requieren de tan vital recurso hídrico; en directo surge el tema petrolífero, así el presidente Obrador ha apostado a tal industria, si bien no con los resultados que él esperaba, sí logrando la cimentación de una infraestructura de refinamiento, producción, exportación, y transformación del petróleo en crudo para diversos fines como lo es la obtención de medicamentos a partir del mismo; la infraestructura está hecha, lo demás es cuestión de la continuidad en la activación plena de tal industria tan necesaria a toda la humanidad.

Se avecina el cambio de gobierno federal, como una necesidad política y humana, y Claudia Sheinbaum será la mujer más observada en todo detalle público de su desenvolvimiento; sin embargo emergen otras figuras concurrentes y con un alto humanismo, como lo es Marcelo Ebrard, ocupando un cargo enorme para el destino del humanismo y la economía mexicana, ello ha generado confianza, amortiguando la creencia de un absolutismo gobiernícola.

Basta ser humano para entender nuestras preocupaciones, por nuestros hijos, familias, allegados, amistades, por nosotros mismos y la unidad de la patria en su conjunto. Al vivir un momento crucial en la reconfiguración del poder internacional de los intereses globales, la ciencia y la tecnología, la producción en general, pero también en nuestro propio bolsillo y las instituciones que generan empleos, satisfactores, bienes de consumo, bienestar para la mayoría, entendiendo que nada proviene de la nada, todo tiene uno o varios fundamentos de valor y creación de capital, de valores de producción, pero al mismo tiempo de especulación y corrupción; como a vía de ejemplo el llamado sistema, el sistema es un culpable, donde nadie da la cara, es que el sistema así lo indica, es que hubo un error del sistema y su depósito no se registró. Basta ser humano y corrupto, para convertirse en sistema y medrar a partir del mismo.

Recordemos: “La obra maestra de la injusticia es parecer justo sin serlo” Platón.