/ martes 21 de noviembre de 2023

Cobate al partido autoritario

Para nadie es un secreto que este fenómeno conocido como la Cuarta Transformación, puede desnudarse con las herramientas que concede la ciencia política. Los conceptos de esa área del conocimiento, ayudan a explicar fenómenos complejos en el ámbito político como lo es un partido autoritario.

Este tipo de partido se caracteriza por su inclinación hacia estructuras de poder centralizadas y un control férreo sobre la toma de decisiones, en donde cualquier tipo de disidencia es aplacada con dureza y amansada con mecanismos de represión.

Autores como Juan J. Linz y Guillermo O'Donnell han contribuido significativamente al análisis de regímenes autoritarios y sus manifestaciones en partidos políticos de Iberoamérica, que son el contexto más cercano a la experiencia mexicana.

Un partido autoritario se configura mediante la concentración del poder en líderes carismáticos o grupos reducidos, suprimiendo la participación ciudadana en la toma de decisiones. Elementos claves incluyen la limitación de la libertad de expresión, represión política, manipulación de elecciones y un débil Estado de Derecho. Prácticas corruptas, como el nepotismo, la malversación de fondos y el abuso de recursos públicos, son herramientas comunes para consolidar el poder.

Gobiernos emanados de partidos autoritarios tienden a ser caracterizados por la falta de rendición de cuentas, la opacidad en la gestión pública y la pretensión de perpetuarse en el poder a través de reformas legales que limitan la alternancia democrática.

Aunque aparentemente haya unidad en torno al liderazgo de la cúspide y exista una supuesta algarabía en la vida diaria partidista, estos regímenes a menudo generan consecuencias psicológicas y sociales negativas en sus seguidores, quienes pueden experimentar una disminución de su autoestima y un menoscabo de su dignidad al verse sometidos a un control autoritario; lo que inevitablemente repercute en la calidad del gobierno que pueden ejercer.

El liderazgo mesiánico, una característica común en partidos autoritarios, se manifiesta a través de líderes que se presentan como salvadores de la nación y expresión directa de los sentimientos del pueblo. Autores como Max Weber han analizado este tipo de liderazgo, resaltando su capacidad para movilizar masas alrededor de una figura carismática que se erige como la solución a todos los problemas del país.

En el contexto mexicano, la defensa de la democracia se convierte en una tarea vital. La consolidación de un sistema democrático efectivo y participativo es la respuesta a los problemas derivados de los partidos autoritarios.

Pero los problemas de la democracia se resuelven con más democracia, aunque no les guste a los devotos del autoritarismo. Es crucial fortalecer las instituciones democráticas, fomentar la transparencia y garantizar una participación ciudadana informada.

Para revertir un gobierno autoritario en la urna, los ciudadanos deben empoderarse mediante el ejercicio activo de sus derechos. La sociedad civil, los medios de comunicación y organismos internacionales también desempeñan un papel crucial en la denuncia de prácticas autoritarias y la defensa de los valores democráticos.

Además, la implementación de mecanismos de rendición de cuentas, la promoción de la transparencia y la educación cívica son herramientas esenciales para combatir la corrupción y fortalecer la democracia.

En conclusión, entender y contrarrestar a un partido político autoritario como Morena, implica un compromiso activo con la promoción de los principios democráticos, promover el fortalecimiento de las instituciones democráticas y alentar la participación ciudadana informada.

La lucha contra la corrupción y las prácticas autoritarias es fundamental para preservar la dignidad de los ciudadanos y construir una sociedad más justa y equitativa. Por eso es importante votar, para botar a los autoritarios los del gobierno con el rigor de los sufragios.

@lorenapignon_ Diputada federal