/ viernes 19 de agosto de 2022

Duro golpe a los “montadeudas”

El golpe que asestó la Fiscalía General de Justicia de la CdMx a los “montadeudas” merece el reconocimiento de miles de personas que fueron víctimas de estos delincuentes que los extorsionaron con amenazas y agresiones y de los que ya estaban como candidatos de esa banda.

En distintas ciudades del país se instalaron estos vividores ofertando diversas cantidades de dinero, aprovechando el momento de debilidad de algunas personas y la urgencia económica, por lo que pedían 500 pesos que después se volvían impagables por el acoso de estos bandidos.

Hasta ayer había 27 detenidos después de los cateos que de manera simultanea realizaron el miércoles pasado en algunos inmuebles del centro de la Ciudad de México, donde tenían instalados los call centers.

La Unidad de Inteligencia Cibernética, de la Dirección General de Inteligencia, llevó a cabo una investigación en redes sociales para identificar denuncias ciudadanas relacionadas con aplicaciones de cobranza ilegítima, así como los domicilios vinculados a call centers en los que se llevaba a cabo esta actividad.

La Unidad de Inteligencia Cibernética capitalina logró identificar un call center en avenida Insurgentes Sur, colonia Aticpan de Zaragoza, en la alcaldía Benito Juárez, donde realizaron labores de cobertura y confirmaron que en dicho domicilio se llevaba a cabo la comisión del delito de cobranza ilegítima de 19 aplicaciones, las cuales ya obran en la carpeta de investigación.

Un trabajo discreto, acucioso que trajo excelentes resultados, que, además, servirá para que los otros que realizan las mismas prácticas pongan sus barbas a remojar, porque ese tipo de acciones policiacas inspiran confianza a las víctimas, para que decidan poner sus denuncias por muy poca que sea la cantidad de dinero que obtuvieron en calidad de préstamo.

Otra forma de extorsión es que llaman a determinado número y comienzan a hablar, mencionando el nombre de alguna persona que muchas veces ni se conoce, al tiempo que se dicen representantes del departamento jurídico de una compañía financiera, acusando que a “usted” lo puso como referencia quien solicitó el préstamo.

Entonces, como esa persona se niega a pagar, “usted” tendría que pagar ese dinero o de lo contrario, si no colabora con nuestra financiera, sería cómplice de ese fraude.

Hemos escuchado versiones muy diversas de personas que se dedican al comercio y para pagar la mercancía han optado por solicitar esos préstamos de muy pocas cantidades, pero después de haber cubierto la cantidad solicitada le siguen cobrando con amenazas.

Incluso, ingresan al directorio del teléfono del solicitante y comienzan a llamar a sus amistades, para exhibir al solicitante y amenazar a esas otras personas, provocando terror en todo ese grupo de amistades.

Atacan de distintas formas, hasta dejando recados en las puertas de los domicilios con palabras altisonantes con el objeto que el resto de los vecinos se entere de esa situación para provocarle animadversión con esa comunidad, pero parece que llegó a su fin esa pesadilla con la intervención de los cuerpos policiacos. Más claro ni el agua.