El miércoles pasado fue un día triste para México; nuevamente Morena pasó por encima de la ley y de los ciudadanos, porque junto con su mayoría ilegal aprobaron la reforma de supremacía constitucional, y así destruyeron la separación de poderes.
Pero lo único que hicieron es otorgarle una supremacía al Congreso, no a la Constitución, y tal como la Ley de Herodes, de ahora en adelante lo que decida el oficialismo estará por encima de la Constitución y se joden los mexicanos.
Este miércoles pasado fue un día negro, cuando Morena le dio el tiro de gracia al Poder Judicial y a la democracia, todo a base de mentiras. Solo les bastó más de una semana para vender la idea de una Supremacía Constitucional; lo que no le dijeron al pueblo es que con esta aprobación les arrebatarían sus derechos de defenderse, así como todos sus demás derechos humanos.
De la manera más burda, este régimen legisló, mintiendo, manipulando, maniobrando y falsificando votaciones, y pese a no haber el quórum legal, se aprobaron sus reformas, todo por el simple hecho de que, para ellos, la independencia judicial era un obstáculo y le dieron muerte a la Constitución.
Con esta reforma, que “analizaron”, “discutieron” y “aprobaron” en menos de dos días en ambas cámaras, buscaron con la mayor rapidez que nadie los cuestione, ni que se interpusiera en sus anteriores reformas, plagiadas de errores y hechas a modo, porque solo votaron por indicación, donde si la señora presidenta lo decide, sus caprichos se convertirán en ley.
La presidenta de la República prometió hacer respetar la Constitución y las leyes que de ella emanen, pero la mutilación que hicieron a la Constitución fue una falta grave a su promesa, porque olvidó que una Constitución sin defensa es un país sin derechos y Morena le quitó todos los recursos legales con los que los ciudadanos pueden defenderse de los abusos del poder.
El miércoles pasado de una manera autoritaria mataron la división de poderes, los supremacistas color guinda se adueñaron de la Constitución y le arrancaron de la manera más violenta todas las hojas, y de la manera puramente fascista dejaron desprotegidos a los mexicanos.
Esta supuesta “Supremacía Constitucional” solo tapará toda la corrupción de este gobierno y del anterior, donde ahora ni la Suprema Corte de Justicia podrá cuestionarlos. Nadie podrá cuestionarlos.
Este es el comienzo del final, de la nación que fue, aquella que con muchos años de sangre y esfuerzo fue libre y democrática, y un régimen completamente autoritario se adueñó de ella, olvidando que la ley emana de la Constitución y sobre ello no hay supremacía.
*Diputado federal. PAN