Nada fácil resulta conjuntar la buena imagen de un profesional de la política, con los resultados de la función pública que desempeña; ya que desde tiempos inmemoriales, la política se sustenta en una competencia permanente entre quienes luchan para llegar a la meta que generalmente consiste en ocupar un importante puesto al servicio del pueblo, sin esperar más que la satisfacción personal del deber cumplido.
Por consiguiente, el político debe salir avante de la lucha de pasiones con los demás competidores y una vez que llega a la meta, seguir luchando para mantenerse en la anhelada posición hasta el término de la función pública, cuando prepara la entrega a su sucesor, cuidando todos los detalles en la rendición de cuentas y su aprobación por los organismos fiscalizadores.
Lo anterior tiene mucho que ver con la reciente calificación otorgada al poresidente de la República, Andres Manuel López Obrador, quien en el ranking internacional de mandatarios, ha superado en calificación aprobatoria al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump y al presidente de Canadá, Justin Trudeau.
Y es que la política además de inteligencia y preparación, requiere de astucia y oportunidad que se aplican de momento a momento. Veamos como pudo AMLO salir avante de las importantes decisiones que constituyen la base de sustentabilidad de la 4ª Transformación. Primero la contención para impedir el desbordamiento de los críticos del viejo régimen que terminó hace dos décadas con los gobiernos del Prian.
Mientras Fox, cogobernó con Marta Sahagún, solo sirvió para tolerar a la nueva casta de panistas alejados de los principios y la doctrina de los fundadores del PAN, de Calderón se tiene la peor evaluación por los más de 100 mil muertos que dejó la guerra contra las drogas y de Peña Nieto, el despeñadero al que llevó a México, con la rapiña y el uso autoritario del poder, por la escoria de la clase política del PRI.
Por eso las estrategias del cambio de sistema político impuestas por el presidente López Obrador se valoran más por la eficacia de sus acciones de gobierno, cuyo único beneficiario ha sido el pueblo pobre; y al mismo tiempo el desplazamiento de los neoliberales, conservadores, fifís y dueños de México, todos dentro de la extinguida mafia del poder. Aplausos para el Presidente de México, sin ánimo de lisonja y sí en mérito a la eficacia de su trabajo político.