En el actual escenario político de Veracruz, las acusaciones de persecución política contra Miguel Ángel Yunes Márquez han desencadenado un debate sobre el uso y abuso del poder en el estado. Pepe Yunes, excandidato a la gubernatura, ha denunciado públicamente las acciones de Rocío Nahle, señalando un grave atropello a los principios democráticos y constitucionales. Este incidente no solo refleja las tensiones políticas locales, sino también los desafíos más amplios que enfrenta la democracia mexicana.
El conflicto surge en un momento crítico para la política veracruzana. Yunes Márquez, senador electo por Veracruz y reconocido por su gestión como alcalde de Boca del Río, está siendo objeto de persecución política orquestada por Rocío Nahle, quien ha instruido a la Fiscalía del Estado, la cual es autónoma, para evitar su llegada al Senado. Pepe Yunes ha defendido la integridad y el compromiso público de Yunes Márquez, argumentando que las acusaciones son infundadas y constituyen un claro abuso de poder.
Al respecto es crucial diferenciar entre obtener votos y ejercer el poder. En una sociedad organizada política y jurídicamente, el poder deriva de la Constitución, no solo de la aclamación popular. Las elecciones otorgan a los ganadores el derecho a ocupar cargos, pero deben ejercerse dentro de los límites constitucionales. La afirmación de Nahle de que los votos le han dado todo el poder revela una comprensión autocrática del mandato electoral.
Es esencial que las autoridades prioricen la persecución de delincuentes que amenazan la seguridad pública en lugar de enfocarse en opositores políticos inocentes. Esta priorización es crucial para restaurar la confianza en la justicia y el Estado de derecho. Es fundamental defender la Constitución como el marco que regula el ejercicio del poder en una república, donde este se distribuye entre diversos órganos del gobierno para evitar su concentración en unas pocas manos.
La dependencia de programas sociales para asegurar el apoyo electoral cuestiona la legitimidad de los resultados electorales y la sostenibilidad de estas prácticas a largo plazo. Esta estrategia debe ser revisada para garantizar una verdadera democracia. La lealtad en la política, nos señala la importancia de mantener la integridad y coherencia de cualquier movimiento político.
En este contexto tenso, es fundamental recordar que la verdadera misión de cualquier gobierno es servir a todos los ciudadanos, independientemente de sus afiliaciones políticas. Gobernar para todos implica construir puentes, fomentar el diálogo y buscar consensos que beneficien a la sociedad en su conjunto. La política de confrontación y persecución solo lleva a una mayor polarización y conflicto. La construcción de paz requiere un compromiso genuino con el diálogo y la cooperación.
Miguel Ángel Yunes Márquez tiene la oportunidad de demostrar su capacidad de liderazgo y compromiso con los valores democráticos como senador electo. Su experiencia como alcalde de Boca del Río es un precedente que augura un desempeño sobresaliente en el Senado. Su principal desafío será fomentar el diálogo y los consensos necesarios para avanzar en la construcción de una democracia sólida y funcional.
La situación en Veracruz refleja los desafíos más amplios que enfrenta la democracia mexicana. La persecución política y el abuso de poder minan la confianza pública en las instituciones y el proceso democrático. Defender la Constitución y garantizar que el poder se ejerza de manera limitada y equilibrada es esencial para preservar la democracia y el Estado de derecho en México. Es vital que todos los actores políticos se comprometan con la construcción de paz y consensos para avanzar hacia una sociedad más justa, democrática y unida.
*Diputada local