Los que andan acelerados para ser candidatos de Morena a las alcaldías ahora ya saben a lo que le tiran: a las encuestas.

Y si tienen dudas sobre lo democráticas que son estas encuestas, pues le pueden hablar al exsecretario de Gobierno, Patrocinio Cisneros, quien goza de un cómodo exilio en Yucatán.

Las encuestas de Morena, “inventadas” por López Obrador, son para disfrazar el dedazo y poder decir que los candidatos son electos democráticamente, pero casualmente siempre resultan ganadores quienes tienen el visto bueno en las alturas de la 4T.

Patrocinio, tan fiera para aplastar a opositores, aseguran que pecó de ingenuo cuando contra todo sentido común decidió participar en la encuesta para seleccionar al candidato a la gubernatura que, sin sorpresa, ganó la entonces secretaria de Energía, Rocío Nahle.

En dos ocasiones López Obrador, en esos tiempos presidente, le mandó claros mensajes adversos al Secretario de Gobierno, pero Patrocinio entendía lo que quería entender, así que decidió participar pensando ilusamente que ganaría porque tenía amarrada una gran red de apoyo con alcaldes, diputados y organizaciones.

Sí hay democracia y respetan los resultados, comentan que decía Patrocinio, solo para que días después se enterara que lo mandaron al tercer lugar de la encuesta.

Ahora, este fin de semana vino a Veracruz la dirigenta de Morena, Luisa María Alcalde, quien soltó el cuento de que las encuestas son la herramienta principal para ayudar a ese partido a conocer la opinión de los veracruzanos de quiénes son los mejores perfiles que puedan participar para que sean sus presidentes y presidentas municipales. ¡Ajá!

Ya se verá cuántos ingenuos participan a sabiendas de que su rival interno ya fue señalado por el dedazo.

También ya se verá cómo le va a la palabra de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien ha manifestado estar en contra de que los cargos de elección popular se hereden a familiares.

Luego de rendir protesta como Presidenta anunció que en 2025 enviará una iniciativa de ley para prohibir las reelecciones y para no permitir heredar los cargos, y apenas la semana pasada lo reiteró, a pregunta expresa en una mañanera sobre el proceso electoral que se avecina en Veracruz.

Si bien esa iniciativa de ley entraría en vigor después del 2025 se supone que los de Morena estarían moralmente obligados a respetar ya la idea de su nueva lideresa, sin embargo abiertamente aquí en Veracruz han manifestado su rechazo, como sucedió en Hueyapan de Ocampo, donde el alcalde Juan Gómez Martínez quiere imponer como presidente municipal a uno de sus hijos.

Pero en muchos otros municipios –empezando por los de la zona de Los Tuxtlas- alcaldes trabajan abiertamente desde hace algún tiempo para heredar el cargo a hijos, esposas, hermanos o cuñados.

¿Aceptarán tranquilamente los morenistas veracruzanos interesados en heredar las presidencias municipales la petición de la presidenta Sheinbaum o habrá rebelión? ¿Dejarán que otros sean los candidatos o, soterradamente, respaldarán a opositores y harán perder a su partido? Ahued y Pozos tendrán su primera gran chamba.

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