/ sábado 1 de junio de 2024

Los retos del agua

“Agua” sostiene que la crisis del agua en México es un desafío apremiante que afecta a millones de personas en el país. Desde la Ciudad de México, las zonas metropolitanas y las rurales; la escasez del agua potable es una amenaza creciente que requiere atención inmediata y soluciones efectivas. El agua es un recurso finito y escaso. Y sin ella, la vida no sería posible. La consumimos para nuestro día a día en hogares y ciudades, en la agricultura o en la industria energética. Los expertos creen primordial generar una cultura del agua apoyada en normas, gestión y tecnología.

El agua no es un recurso infinito, pero hay ocasiones en que la sociedad parece no tenerlo muy presente. El volumen de recursos hídricos potencialmente utilizables del planeta tiene un valor máximo que no puede superarse. Las alarmas solo saltan en épocas de sequía, pero más allá de estos momentos puntuales, las conciencias no se sienten demasiado agitadas ante este problema. Solo cuando una persona abre el grifo y constata que no sale ni una gota es cuando realmente se da cuenta de lo necesaria que es para todo en el día a día.

¿Cuáles son realmente los usos del agua? La usamos para beber, para lavar, para regar… Pero ¿Cuáles son todos sus destinos y para qué sirve? Básicamente, el agua tiene dos usos: Uso consuntivo y uso no consuntivo. Algunos de los consuntivos del agua son: Usos domésticos y urbanos (hogares, servicios públicos, comercios. Agua utilizada en procesos industriales (refrigerante, limpieza pública, depósito de vertidos...) Usos en la agricultura y la ganadería. Así mismo algunos de los usos no consuntivos son: los recreativos (embalses, ríos, lagos y mares, para ocio y deporte). Navegación (transporte de personas y mercancía) Usos ambientales y tecnológicos (ecosistemas acuáticos) Usos energéticos. La producción de energía eléctrica representa uno de los mayores usos del agua en todo el mundo.

En el caso de México, los expertos comentan que “algunos de los retos clave para la administración de los recursos hídricos deberían ser: Posicionar la gestión del agua como un asunto estratégico y de seguridad nacional. Es crucial reconocer la importancia vital del agua y tratar su manejo con la seriedad que merece. Esto implica tomar decisiones basadas en datos científicos y considerar el impacto a largo plazo en la población y el medio ambiente.También garantizar el derecho humano al agua, saneamiento y a un medio ambiente sano; el acceso al agua potable y al saneamiento básico es un derecho fundamental. Las políticas y acciones deben enfocarse en asegurar que todos los ciudadanos tengan acceso a agua limpia y segura, así como servicios de saneamiento adecuados. Cumplir con los objetivos de desarrollo sustentable: Debemos tener en cuenta que México se ha comprometido a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sustentable de las Naciones Unidas. Esto incluye metas relacionadas con el agua, como la gestión sostenible de los recursos hídricos y la reducción de la contaminación.

"Agua" expone que otros retos son: Lograr la equidad de género; las mujeres suelen ser las principales responsables de la recolección y gestión del agua en muchas comunidades. Es fundamental garantizar que tengan acceso a recursos y participen activamente en la toma de decisiones relacionadas con el agua. Establecer la transparencia y rendición de cuentas: La gestión del agua debe ser transparente y estar sujeta a auditorías y evaluaciones periódicas y se evite la corrupción. Igualmente es necesario desconcentrar y descentralizar la gestión del agua como se señala en “Los retos del agua en México” (Tecnología y Ciencias del Agua). Distribuir la responsabilidad y autoridad en diferentes niveles de gobierno y en las comunidades locales permite una mejor adaptación a las necesidades específicas de cada región.

Otro reto más está en la educación que se ofrece desde preescolar hasta la universidad. “Educar a los estudiantes sobre el uso responsable del agua es fundamental, crear conciencia para fomentar prácticas sostenibles y garantizar un futuro más consciente y sostenible. En resumen, para involucrar a los estudiantes en la conservación del agua en la escuela, es necesario crear conciencia, establecer metas, implementar cambios prácticos, educar sobre prácticas sostenibles y promover la participación activa". ¡Cuenta para preservar este recurso vital!

Hoy que se vive bajo la preeminencia de las extremas temperaturas de calor, volvemos los ojos a los beneficios del agua “es primordial que se genere una cultura del agua basada en la premisa insoslayable de que el agua (dulce o potable) es un recurso limitado cuya sostenibilidad (BBVA) no solo ha de apoyarse en herramientas normativas, de gestión y tecnológicas, sino que también requiere un ahorro en sus usos, entendidos estos no solo en su aspecto consuntivo directo, sino también en lo que atañe a consumo indirecto en términos de impacto en la calidad del agua”, explica Javier Lillo, investigador vinculado al Instituto IMDEA Agua, de España.

En resumen, la gestión del agua en México requiere una visión integral, acciones coordinadas en todos los niveles públicos y privados y una conciencia pública sobre la importancia de conservar este recurso vital. Es un desafío que debe abordarse con urgencia para garantizar un futuro sostenible para todos. No se puede resolver el reto del agua en México en seis años, como la actual administración lo demostró, los que siguen deben establecer bases sólidas, para lograrlo. Se requieren al menos 24 años (2042) para contar con infraestructura que contribuya a lograr la sustentabilidad y seguridad hídrica en el país y asegurar este preciado líquido a las futuras generaciones, así lo consideran Felipe Ignacio Arreguín Cortés, Mario López Pérez, Claudia Elizabeth Cervantes Jaimes en "Retos del agua en México"

A lo anterior debe sumarse “el costo de operación y mantenimiento de las obras ya existentes, al igual que el gasto corriente y de inversión para la administración del agua y cumplimiento de la ley; la medición del ciclo hidrológico; la planeación hídrica; la participación social; la investigación, educación y formación de capacidades, y la cultura del agua”.