/ viernes 30 de abril de 2021

Los “tratados” de Córdoba

En la sucesión presidencial de 2012, en la que el entonces gobernador Javier Duarte buscaba ganarse la confianza como operador político del candidato priista Enrique Peña Nieto...

El mandatario veracruzano buscó acuerdos subrepticios con dirigentes y jefes de grupos del PAN en Veracruz para asegurarle al mexiquense su triunfo en la entidad y una buena cuota de diputados y senadores en la siguiente legislatura federal.

En esa ocasión, Duarte habría pactado hasta con su acérrimo enemigo político Miguel Ángel Yunes Linares, quien astutamente logró para su hijo Fernando un escaño de primera minoría en el Senado.

En Córdoba, a donde había llegado a residir en su infancia tras la trágica muerte de su papá en la Ciudad de México durante el terremoto de septiembre de 1985, Duarte también habría llegado a un acuerdo con los líderes del PAN, quienes postularon a la diputación por ese distrito electoral federal a Leticia López Landero, una aparente candidata débil, para favorecer al abanderado de la alianza PRI-PVEM, Francisco Cessa Servín, que dos años antes había sido nombrado subsecretario de Ganadería y Pesca por su amigo el gobernador.

López Landero, actual alcaldesa de Córdoba, prácticamente no hizo campaña. Según algunas versiones, pasaba la mayor parte de su tiempo apostando en las casas de juego, pues tiene fama de ludópata. Cuando le fueron a decir “¡ganaste!”, la panista pensó en todo menos en la elección.

Ahora, pese a que en 2017 llegó a la alcaldía por la alianza PAN-PRD, Leticia López está alineada desde hace rato con el gobierno estatal de Morena, partido que no dejó pasar a su hermano Tomás López como candidato, por lo que el llamado “Rey de la Chatarra” fue postulado de última hora por Movimiento Ciudadano. Según Sergio Gil Rullán, dirigente estatal de MC, el que “convenció” al millonario empresario fue otro cordobés adoptivo: el exgobernador y senador Dante Delgado, fundador de Convergencia y del partido naranja, en cuyas filas militó el actual secretario de Gobierno, Eric Cisneros, actual protector político de doña Lety.

Para la alcaldía de Córdoba, Cisneros y su jefe político, el gobernador Cuitláhuac García, impulsaban al diputado local Rubén Ríos Uribe, pero se les atravesó el dirigente nacional Mario Delgado con el diputado federal Juan Martínez Flores, excontendiente de Leticia López en 2017.

Todo ello hace suponer que de Palacio de Gobierno y sus aliados apoyarían al hermano de doña Lety, cuya extracción partidista debería comprometerla más con el empresario Guillermo Rivas, de la alianza PAN-PRI-PRD, máxime que su hijo Isaac Eduardo Luz López es candidato a diputado local plurinominal de Acción Nacional, posición que le cedió su líder Joaquín Guzmán Avilés. Pero hay quienes recuerdan que, coincidentemente, a finales de 2018 el doctor Guzmán habría sido apoyado también por Cisneros para arrebatarle la dirigencia estatal del blanquiazul al grupo de Yunes Linares. ¿O será mera coincidencia que, además, “El Chapito” les haya puesto de candidato a diputado federal un “flan” en Tantoyuca, su feudo electoral?

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