Una amistad muy apreciada, nos preguntó: sí podía indicarnos lo que ella había notado como faltante en su calle, “Díaz Mirón”, en el tramo ente las calles de “Hidalgo y “Cayetano Rodríguez” cuando le contestamos afirmativamente nos escribió en un papel si sería posible que se repintaran las líneas amarillas indicadoras del paso peatonal pues, con el paso del tiempo se borraron y ahora es muy difícil cruzar de un lado al otro. A nosotros se nos ocurrió que se construyera un paso a desnivel, no necesariamente elevado, sino como los que se hicieron en la “Avenida Xalapa” y “Veinte de Noviembre” Una especie de tope lo suficientemente ancho para que puedan caminar tres personas.
No cabe duda la mayoría de los conductores de la ciudad desconocen el reglamento, de otra forma no ignorarían que la señalética es muy importante ya que, en ella, las autoridades ponen anuncios que indican lo que puede hacerse y lo que está prohibido para facilitar la circulación en la ciudad, sí así se hiciera, todos respetarían el paso de los peatones, ya que en muchos lados a la vera del camino hay mensajes que dicen “el peatón es primero. Siempre hemos sostenido que muchos creen que saber mover un carro es manejar, lo que no es cierto, además muchas personas cometen el error de colocar sobre su puerta un anuncio que tiene el símbolo de estacionamiento cancelado y abajo la leyenda no estacionarse.
Vaya como anécdota la explicación: hace muchos años, cuando manejábamos, allá por el teatro del estado, como no íbamos a tardar viendo la hora que era decidimos estacionarnos, cuando hacíamos las maniobras para hacerlo se nos acercó un agente de tránsito que nos dijo señalando el letrero ¿Qué no sabe usted leer? A lo que nosotros respondimos porque se leer me estoy estacionando, ahí dice estacionamiento cancelado, no, estacionarse. En lógica una doble negación implica una afirmación, “Viéndolo así, tiene usted razón” y dándose media vuelta se fue.
Debido a que apenas podemos caminar debemos utilizar un medio de transporte, los camiones, para nosotros tienen el problema de los escalones para abordarlos, así que nos vimos precisados a usar taxi y sin proponerlos conocimos al esposo de una de las señoras que nos ayuda en casa, y le pedimos que nos diera a conocer los problemas de la ciudad que viera en sus recorridos por las calles de la ciudad. Fue así como nos enteramos de lo siguiente: en la colonia “Francisco Ferrer Guardia” se encuentra la calle “José Hernández” que está plagada de baches, algunos muy grandes y profundos que a gritos piden ser arreglados.
Tuvimos necesidad de apersonarnos en las oficinas del IPE, que se encuentran en los confines de la ciudad, para realizar un trámite extraordinario para el que fuimos llamados; lo que nos permitió comprobar que el número de vehículos existentes en la ciudad es excesivo, no vimos una sola calle sin infinidad de autos estacionados y por lo mismo, con toda seguridad, podemos afirmar que los problemas abundan. ¡SALUD!
