/ jueves 7 de marzo de 2019

Monumento a Murillo Vidal

En nuestra hermosa Xalapa, capital del estado de Veracruz, una importante avenida rodeada de casas, vegetación y flores, lleva el nombre de Rafael Murillo Vidal y allí igualmente se encuentra la estatua, en tamaño natural, que recuerda la imagen de quien fue gobernador de Veracruz de 1968 a 1974.

Por cierto en ese último año tuve el honor de llegar a este hermoso estado que me cobijó, me abrió sus brazos y me colmó de bendiciones y oportunidades. En ese año me incorporé a trabajar como profesor de educación primaria, con muchas ilusiones, en una escuela de la localidad llamada Moxillón, perteneciente al municipio de Misantla.

Nuestro personaje se caracterizó por promover la paz y el bienestar de los veracruzanos, como acción colectiva de la sociedad y no solamente como prerrogativa de las autoridades. Me platican los que convivieron con él, que siempre promovió el diálogo lo mismo con maestros que con obreros, campesinos, estudiantes de nivel medio superior y superior y con todos los grupos sociales existentes en aquel tiempo.

Rafael Murillo Vidal nació a principios del siglo pasado en la hermosa e histórica ciudad de San Andrés Tuxtla, cuya región sobresale por tener una flora y fauna exuberante.

Inició su carrera profesional como juez de Primera Instancia en diferentes distritos judiciales de la entidad veracruzana, actividad que le permitió conocer desde sus entrañas los problemas más sentidos de la sociedad.

Posteriormente ocupó el cargo de magistrado del Tribunal Superior de Justicia del Gobierno del Estado de Veracruz y más tarde se convirtió en secretario de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Sustituyó en el cargo de gobernador a su amigo Fernando López Arias, quienes en su juventud simpatizaron con Manlio Fabio Altamirano y lo entregó a Rafael Hernández Ochoa.

También ocupó diferentes posiciones de elección popular, tales como diputado local por el distrito electoral de Tuxpan. Él fue quien le tomó protesta a Miguel Alemán Valdés como gobernador del Estado y en su gobierno se desempeñó como secretario de Gobierno.

Fue presidente del Concejo Municipal de Orizaba. Representó a Veracruz en el Congreso de la Unión, como diputado federal en tres ocasiones y un año antes de ser gobernador, se desempeñó como senador de la República por nuestro estado y fungió como oficial mayor de esa Cámara. Ocupó el cargo de director General de Correos del gobierno federal, amén de otros cargos políticos partidistas.
Nuestro personaje, cuyo monumento está a la mitad de la avenida que lleva su nombre, falleció en la Ciudad de México en el año de 1986. Los que lo trataron, afirman que fue un ser humano liberal, que cultivó la amistad como principio fraternal, la honestidad como actitud y el respeto y tolerancia por los demás como forma de vida.

carlos_jorge27@hotmail.com

En nuestra hermosa Xalapa, capital del estado de Veracruz, una importante avenida rodeada de casas, vegetación y flores, lleva el nombre de Rafael Murillo Vidal y allí igualmente se encuentra la estatua, en tamaño natural, que recuerda la imagen de quien fue gobernador de Veracruz de 1968 a 1974.

Por cierto en ese último año tuve el honor de llegar a este hermoso estado que me cobijó, me abrió sus brazos y me colmó de bendiciones y oportunidades. En ese año me incorporé a trabajar como profesor de educación primaria, con muchas ilusiones, en una escuela de la localidad llamada Moxillón, perteneciente al municipio de Misantla.

Nuestro personaje se caracterizó por promover la paz y el bienestar de los veracruzanos, como acción colectiva de la sociedad y no solamente como prerrogativa de las autoridades. Me platican los que convivieron con él, que siempre promovió el diálogo lo mismo con maestros que con obreros, campesinos, estudiantes de nivel medio superior y superior y con todos los grupos sociales existentes en aquel tiempo.

Rafael Murillo Vidal nació a principios del siglo pasado en la hermosa e histórica ciudad de San Andrés Tuxtla, cuya región sobresale por tener una flora y fauna exuberante.

Inició su carrera profesional como juez de Primera Instancia en diferentes distritos judiciales de la entidad veracruzana, actividad que le permitió conocer desde sus entrañas los problemas más sentidos de la sociedad.

Posteriormente ocupó el cargo de magistrado del Tribunal Superior de Justicia del Gobierno del Estado de Veracruz y más tarde se convirtió en secretario de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Sustituyó en el cargo de gobernador a su amigo Fernando López Arias, quienes en su juventud simpatizaron con Manlio Fabio Altamirano y lo entregó a Rafael Hernández Ochoa.

También ocupó diferentes posiciones de elección popular, tales como diputado local por el distrito electoral de Tuxpan. Él fue quien le tomó protesta a Miguel Alemán Valdés como gobernador del Estado y en su gobierno se desempeñó como secretario de Gobierno.

Fue presidente del Concejo Municipal de Orizaba. Representó a Veracruz en el Congreso de la Unión, como diputado federal en tres ocasiones y un año antes de ser gobernador, se desempeñó como senador de la República por nuestro estado y fungió como oficial mayor de esa Cámara. Ocupó el cargo de director General de Correos del gobierno federal, amén de otros cargos políticos partidistas.
Nuestro personaje, cuyo monumento está a la mitad de la avenida que lleva su nombre, falleció en la Ciudad de México en el año de 1986. Los que lo trataron, afirman que fue un ser humano liberal, que cultivó la amistad como principio fraternal, la honestidad como actitud y el respeto y tolerancia por los demás como forma de vida.

carlos_jorge27@hotmail.com