Hace casi diez años el gobierno federal dio a conocer que en el estado de Veracruz se habían perpetrado 40 feminicidios. Para ese mismo año, 2015, el Observatorio Universitario de Violencias contra las Mujeres documentó 99 casos. En su último informe con corte al 31 de octubre de 2024, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública establece que en la entidad han ocurrido 46 feminicidios, lo que nos ubica en cuarto lugar en el ámbito nacional. Ello sin contar los 218 homicidios de mujeres que el mismo reporte registra para Veracruz. Y todavía el año no ha terminado.
Como sabemos, fue en 2016 que se declaró la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres de Veracruz por el delito de feminicidio. A unos días de que se cumplan ocho años de su implementación nos preguntamos qué ha cambiado, qué ha prevalecido, qué ha sucedido con nosotras que vivimos nuestro día a día y aportamos con impuestos y trabajo para que Veracruz sea un buen lugar para vivir.
Si revisamos lo que ha acontecido año con año nos encontraremos que incluso, en su frialdad, los registros oficiales nos dicen que la situación no anda bien. Después de la implementación de la Alerta de Violencia de Género, en 2018 la Fiscalía General del Estado de Veracruz y el Secretariado Ejecutivo registraron 101 feminicidios, lo que en aquel momento ubicó a la entidad en segundo lugar nacional, solo por debajo de Estado de México.
En lo sucesivo, los números se presentarían a la baja; sin embargo, se encuentran lejos de cumplir la expectativa del mecanismo integral que debe traer consigo la Alerta. Teniendo en puerta una tercera Declaratoria, en esta ocasión por desaparición de mujeres, la población veracruzana desconoce cuáles estrategias se ha implementado y no ha sido informada sobre los resultados en materia de seguridad, prevención, justicia y reparación.
Desconocemos, por ejemplo, cuáles han sido los criterios utilizados por la Fiscalía General del Estado de Veracruz para que durante 2024 haya abierto más de 70 carpetas de investigación bajo la clasificación de homicidios dolosos de mujeres, tal como lo reporta el informe más reciente del Secretariado. Sin bien el Código Penal local establece las razones de género para considerar la muerte violenta de mujeres como feminicidio, ¿cómo se resuelve la aplicación de dichas razones de género cuando se inicia una carpeta?
Las diferentes instancias que conforman al poder Ejecutivo local ¿cómo trabajan la prevención de las violencias contra mujeres y, por ende, el delito de feminicidio? Más allá de las cápsulas radiofónicas en lenguas originarias ¿qué estrategias en territorio se utilizan para socializar y reivindicar los derechos de las mujeres para vivir una vida libre de violencias en sus localidades y fuera de éstas?
¿Cuáles son las estrategias de trabajo directo con población estudiantil de las áreas preescolar, primaria, secundaria y preparatoria para concientizar sobre sus derechos y atajar la posibilidad de trata de personas con fines de trabajo sexual forzado? Hay más preguntas y quedan en el aire.
Comparto estas inquietudes con ustedes a unos días del 23 de noviembre de 2024, octavo aniversario de la implementación de la Alerta de Violencia de Género por Feminicidio en Veracruz. No puedo echar campanas al vuelo, como me gustaría hacerlo. Por un sentido de ética y respeto a las víctimas no es correcto hacerlo. Aún más si hacemos una breve revisión histórica y nos percatamos que estamos en una situación aún más delicada que cuando inició la Alerta.
Es en el libro No olvidamos. Miradas sobre las Alertas de Violencia de Género en Veracruz, editado recientemente por la Universidad Veracruzana, donde varias autoras hacemos una revisión detallada y analítica sobre las violencias contra mujeres, su intensificación que va de la mano con el inicio del siglo XXI y las estrategias que va tejiendo la población del medio urbano, rural e indígena para sobrevivir y construir estrategias de resistencia. Tratamos también de construir posibles respuestas a la grave situación de las mujeres en Veracruz en tiempos de Alerta.
Un libro que reúne análisis formulados desde la sociología, urbanismo, comunicación, antropología y derecho que desde una perspectiva feminista aporta al conocimiento situado sobre las violencias contra mujeres en Veracruz.
La presentación de esta publicación se realizará el próximo lunes 25 de noviembre en el Salón Azul de la Unidad de Humanidades de la Universidad Veracruzana. La cita es a las 12 del día. ¡Les esperamos!
*Coordinadora del Observatorio Universitario de Violencias contra las Mujeres. Universidad Veracruzana