/ jueves 19 de octubre de 2023

País en riesgo

Si el lanzamiento de misiles desde Palacio Nacional, secundado por mayorías morenistas en las Cámaras de Diputados y Senadores, doblega al Poder Judicial de la Federación (PJF), se estaría abriendo la puerta al autoritarismo, con gobierno de una sola persona, sin contrapesos ni división de poderes, como sucede desde hace décadas en Venezuela, Cuba o Nicaragua, donde se instalaron y se mantienen tiranías.

El señuelo es que México goza de plenas libertades, pero si se logra la destrucción del Poder Judicial, garante del respeto a la Constitución y las leyes, quien tenga el control de las instituciones, será quien decida todo, incluyendo derechos y libertades, a quién se aplica o cómo se aplica la ley.

Hacía allá se observa el destino del país. La extinción de los fideicomisos del PJF y el recorte presupuestal a este poder, sólo es la punta del iceberg, pues su propósito mayor es debilitarlo, ahorcarlo, hacerlo polvo, lo que va a repercutir en su funcionamiento y utilizar esa coyuntura para bombardear, llamándolo ineficiente.

Ya se aprobó en el pleno, por mayoría simple, el despojo 15 mil millones de pesos de esos fondos que son producto de ahorros del Poder Judicial y de los propios trabajadores, y sirven, en su mayor parte, para garantizar obligaciones patronales y derechos del personal, tanto laborales como de seguridad social pensión, vivienda, cobertura de salud y retiro.

De ahí las protestas de los trabajadores, a quienes se les retiró anteayer con la fuerza pública, cuando hay otras protestas, esas sí de vandalismo, a las que se les da cobijo y hasta protección. Van a seguir, y los propios ciudadanos se preparan a defender a esta institución.

¿Hacia dónde vamos? Es inquietante la respuesta. Las huestes morenistas, como granjas de bots, repiten que esos recursos se destinan para satisfacer privilegios a ministros, magistrados y jueces, pero no hay un solo señalamiento directo en contra de alguno de ellos, lo que lleva a la conclusión de que se trata de enlodar, por aquello de ‘difama, que algo queda’.

El gobierno actual carece de calidad moral para hablar de dispendios, si es que los hubiera en el Poder Judicial de la Federación, cuando sus obras emblemáticas han duplicado, triplicado y hasta quintuplicado sus costos, y no se trata de miles de millones de pesos, sino de miles de millones de dólares. Vaya encrucijada que viven los ciudadanos.

Escriba a opedro2006@gmail.com