/ sábado 8 de junio de 2024

Sin perder rumbo y horizonte

Luego de todo el polvo que levantaron las campañas y de la histórica jornada electoral del domingo 2 de junio, en la que, millones de mexicanos emitieron su voto y luego de que se ha dado a conocer el resultado de quienes han sido elegidos por la mayoría de los votantes para el ejercicio de un servicio; para servir a la nación en el rostro concreto de cada mexicano, tiene lugar la lucha colectiva en favor del país.

Pese a todo lo que se diga, la construcción de la nación es tarea de todos, y no se trata de romanticismos utópicos o de conformismos sin más; cada uno debe luchar para dejar en mejores condiciones el espacio del suelo que ahora ocupa, y que en el futuro será utilizado por otros. Si cada uno no se toma en serio y con responsabilidad su ser ciudadanos, su identidad y su tarea, nadie hará por mí, lo que sólo yo puedo hacer.

Un reino dividido está condenado al fracaso. Lejos de apuntar todo lo que lastima y pisotea, lo que daña y descubre las diferencia: los cristianos sienten el llamado a luchar decidida y frontalmente en favor de una nación mejor, de una tierra buena y espaciosa en la que todos gocen de las oportunidades suficientes para una vida digna.

Jesús es la clave de todo, los cristianos tienen la responsabilidad de actuar como actuaría Cristo, los valores fundamentales de la fe no se pueden cambiar por un plato de lentejas. No se puede poner en riesgo lo esencial de la fe y la opción por el hombre desde la opción por el Dios de Jesucristo, a medias, con el temor de perder simpatía. El evangelio no está en renta, los valores del Reino no se pueden esconder. El Reino de Dios subsiste en medio de todos los consuelos y tormentos que enfrenta la humanidad, en medio de esta convulsión colectiva que ataca al mundo y, por supuesto, a nuestro país.

Cristo es la paz, el principio y garante de la vida digna. En Él se encuentra la razón para seguir luchando y para continuar esperando, y de ahí brota el llamado dar razón de la fe, en medio de las polarizaciones, las opciones, los ganadores y los perdedores. Cristo es la novedad de la que gozan los cristianos para llenar la vida de sentido y para darle un nuevo rostro al mundo que convulsiona y se cae a pedazos.

Entonces, después del 2 de junio, sigue una lucha por una mejora de condiciones para todo, cada uno, en su trinchera y con las herramientas a su alcance, luchando por construir esta patria que ha sido regada con sangre de héroes y mártires.