Los factores sociales, políticos y económicos van entrelazados, uno no excluye al otro, por el contrario, se afianzan y al mismo tiempo se articulan en una maquinaria del anhelado desarrollo; todo interdependiente, y aquello que en teoría se pueda excluir, también se necesitará, aunque sea transformado para su funcionamiento.
Vemos la seguridad pública en lo general como una prioridad social, y tal aspecto se entrelaza con otras sutiles vertientes, arrancando por la higiene mental en sociedad, la salud pública básica, la justicia social de a de veras, la optimización vital de los recursos hídricos, flora, fauna, arte, cultura, deporte, derechos humanos y justicia alternativa, y no solo se trata de saturarse de información en las plataformas mass media a granel, ¿quién de ustedes es capaz de en unas cuantas horas devorarse una pastelería completa?, en verdad que nadie lo podría hacer. Igual sucede con la información tergiversada, truqueada, manipulada, polarizada. En tal sentido debemos buscar fuentes fiables de información, entretenimiento, ayuda asistencial en diversas ramas, a mucha gente le da vergüenza el buscar ayuda en su vida, aunque también existe la gente que solo es abusadora y la pide hasta con trenzas.
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo vino al estado de Veracruz, siendo acompañada por la próxima gobernadora en funciones Rocío Nahle García, y fue una grata sorpresa saber que en gran medida vino a revisar infraestructura hospitalaria, a la vez saldrá el actual gobernador en algún cargo de tipo federal directo al altiplano. Gobernar en tiempos revueltos y de elevada densidad de intereses, es en realidad un reto superlativo, jamás se podrá quedar bien con todos, jamás existirá el recurso para abarcar a toda la gente merecedora de un “algo más”.
Aquí en la región centro del estado jarocho, es muy fácil darse cuenta cómo en localidades cercanas Teocelo, Jalcomulco, Xico, sur de Xalapa, se viene devastando lo que antes eran fincas y lugares llenos de arboledas y vegetación, con el único fin de lotificar y seguir con el gran negocio inmobiliario. A eso se le llama crecimiento de la mancha urbana sin pudor alguno, y al día de hoy siendo el otoño no se percibe un frío real, hay un sol nublado, sigue el vital tandeo del agua potable, no alcanza ni el tiempo, y tampoco el transporte para trasladarnos en nuestras cotidianas actividades; siendo Xalapa la segunda región y/o ciudad más poblada en toda la entidad veracruzana.
La economía del centro del estado alcanza, con cierta dignidad, para vivir de regular a regular, en los mejores casos de regular a bien, hoy nos percatamos que la crisis no es exclusiva de México, sino que es una madeja de hilos de telarañas gruesas y espesas, que si a algún gobernante se le ocurre reprimir la economía y el flujo migratorio en su país, él mismo se verá afectado y en shock económico, claro está que me refiero a Donald Trump.
Trump me recuerda al viejo cowboy del western yanqui, en las películas opulentas de Hollywood, donde por lo regular predomina la ley del monte del prado inglés, léase marihuana, ya que es el país con el más elevado consumo de yerba, droga portal y que entreabre la fuerte posibilidad del consumo de otros enervantes mucho más poderosos y nefastos, recordemos que para que exista venta, primero debe haber una demanda excesiva de enervantes en el país vecino. Y la desmotivación de la juventud yanqui, sus fugas a paraísos mentales por drogas, evidencia que algo anda muy mal en el sistema asistencial de allá.
Importa el poder del dinero a secas, qué importa que al mundo se lo lleve pifas, si Trump es un apocalíptico, pero tiene una ventaja a favor, él no es tonto, prefiere preservar la paz, negociar con Rusia y China, ponerse de acuerdo y espantar con aranceles, y a ver qué va resultando con la inflación en las economías periféricas. Cerremos filas en México, no importa ya el qué dirán, sino el qué haremos para defender nuestra soberanía.