/ jueves 28 de julio de 2022

Transformar plástico en gasolina y agua de mar en agua potable

Muchos estamos inmersos en la vida política y dejamos de lado otras noticias, que analizarlas tal vez sea más complicado, como la desalinización del agua, que vendrá a ser la alternativa de solución ante la escasez del vital líquido; o la transformación del plástico para convertirlo en gasolina.

Ahora, a través de reportajes y artículos de fondo hemos podido ver esas teorías fascinantes que en el siglo XIX expuso Nicola Tesla y que, algunos aseguran, fueron ignoradas o peor aún, le fueron plagiadas. Finalmente lo que él pronosticó nos alcanzó cien años después, como la iluminación inalámbrica, la comunicación sin cables, el automóvil eléctrico, el control remoto y muchos inventos más.

La dinámica de la comunicación hoy es distinta y las redes sociales, por ejemplo, permiten conocer en tiempo real situaciones similares en cualquier parte del mundo.

Esta semana en la televisión abierta, la conductora Paola Rojas en su programa “Al Aire”, presentó al ingeniero mexicano Edgar Padilla, quien explicó cómo se transforma, con tecnología única en el mundo, el plástico en combustible limpio.

Con las cámaras enfocando el equipo, se mostró la forma como depositan el plástico de todo tipo y a partir de temperatura, vibración y presión, sin utilizar un catalizador, puede esa máquina producir cinco tipos de combustible.

Ese invento tendrá que patentarlo si no es que ya lo hizo, pero lo importante es que ya se dio a conocer al mundo a través de la televisión, lo que podría resolver para el futuro inmediato la escasez de combustibles, además que se podrá procesar a muy bajo costo, porque se aprovechan los desechos del plástico. La empresa Petgas está ubicada en Cancún y la idea es que pueda crecer e instalarse en otras partes del país.

En Veracruz, el arquitecto Roberto García Medina ha insistido en instalar plantas desalinizadoras de agua de mar, para convertirla en agua potable y atender esa demanda que cada día es mayor.

Después de la terrible deforestación que desde hace años se ha llevado a cabo en distintas partes del país, se provocó la falta de lluvias que ha dejado lagunas y ríos secos, manantiales que han desaparecido, rompiendo el ciclo para la generación de agua.

Desalinizar el agua no es exactamente una novedad, porque esa actividad se lleva a cabo en otras partes del mundo, pero estamos a muy buen tiempo de poder enfrentar el problema y no esperar a que las cosas empeoren.

Tal vez sea cuestión de organizar y concientizar a los gobiernos municipales, estatales y federal, a los diputados y senadores para que se realicen esas inversiones, donde la iniciativa privada podría tener gran injerencia.

Esos convenios estarían sujetos a las leyes existentes o adecuarlos, pero ya no dejar pasar el tiempo porque tan solo en Monterrey, por citar un ejemplo, este año la situación se volvió crítica. Más claro ni el agua.