/ sábado 18 de mayo de 2024

Vientre en alquiler

La gestación por sustitución, también llamada gestación subrogada, maternidad subrogada o vientre en alquiler, se ha convertido en un negocio bien pagado, es denigrante para una mujer y más aún por la aceptación de la madre por la venta de su hijo y por la compra de quien lo necesita para formar una familia. Pero quién garantiza que ese bebe vendido, no será maltratado, usado para otros fines ilegales, como la trata, ritos, venta de órganos, etc. Es lamentable que haya mujeres que sean forzadas a hacer esto, pero no es aceptable que lo hagan por un interés monetario; la venta de un hijo deshumaniza a las mujeres.

Esta práctica inició en 1976 en Michigan, EU; anteriormente llamada “Subrogación Tradicional”, proceso donde la madre subrogada proporcionaba su óvulo para la fecundación, por lo que ella es la madre biológica. Al realizar esta operación comercial, porque hay que llamarlo por su nombre, porque existe un contrato de compra-venta y lo grave es que el producto es un “bebé”, un ser humano, que es utilizado por la madre para sacarla de trabajar o para que la mamá tenga una vida cómoda.

El vientre en alquiler definitivamente cosifica a la mujer a utilizar su cuerpo para un fin distinto de su propio bien, a tratarla como una mercancía, como algo que se puede vender y comprar, lo que afecta la legalidad de las mujeres y sus derechos.

En México es casi nula la legislación en lo que es el vientre en alquiler, solo dos estados reconocen y regulan la gestación subrogada (Tabasco y Sinaloa); otros dos la prohíben explícitamente (Querétaro y Coahuila). La Ciudad de México legisló, pero su ley nunca entró en vigor. En los demás estados realizan esta terrible venta, a través de un contrato de compra y venta, se anuncian en redes sociales, por lo que se vuelve delicado.

A pesar de que en México el 27 de enero de 2017, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) emitió la tesis jurisprudencial 08/2017, cuya aplicación se volvió obligatoria a partir del 30 de enero del mismo año. En esta se determinó que "La vida familiar entre personas del mismo sexo no se limita únicamente a la vida en pareja, sino que puede extenderse a la procreación y a la crianza de niños y niñas, según la decisión de los padres”, debo aclarar que a pesar de esta resolución de la SCJN, no es vigilada.

Las mujeres que rentan su vientre pueden ganar entre 60 y 80 mil dólares en EU; en México, entre 15 y 20 mil dólares, lo que en pesos mexicanos es un aproximado de 340 mil pesos. Esto lo realizan a través de un contrato donde algunas cláusulas indican que “no tienen derecho a interrumpir el embarazo”, “tener un chequeo de embarazo con el ginecólogo que les ordenen”, desde el momento que firman el contrato legal, la madre biológica no tiene ningún derecho sobre su hijo o hija. El vientre en alquiler en México se ha vuelto un gran negocio, por lo que es necesario que las autoridades vigilen esta operación de compra y venta humana.

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