La Buena Vida/ Ofrendas

Rosa María Campos

  · martes 1 de noviembre de 2016

Nuestros “tatas y nanitas” prehispánicos no consideraban ala muerte como tal, para ellos quien moría pasaba a otradimensión de vida, se transformaban en agua, aire, tierra y fuego.Quién moría comenzaba a vivir de nuevo.

LA OFRENDA

El altar de veneración que montamos para nuestros difuntos,incluidas en el comidas, bebidas, veladoras, flores e incienso ocopal así como cada uno de los objetos y flores que ahí aparecen,tienen un significado especial, que requieren de un sinnúmero derituales, suma del sincretismo entre creencias prehispánicas yeuropeas. Ejemplo:

El altar siempre se presenta sobre una mesa cubierta con unmantel blanco, sobre el cual se yergue un portal, adornado conflores, que nos recuerda la entrada de los difuntos al mundo de losmuertos.

Sobre el mismo se encienden veladoras para cada uno de losfamiliares fallecidos. Al hacerlo se llama por su nombre al finado.Junto a las velas” se presentan ramilletes de flores detemporada, como el anaranjado cempasúchil o el “moco de pavo",de flores hojas, casi moradas, que significan la sangre de Cristo yla resurrección.

Se adorna el altar con papel picado color morado, por el lutocristiano y color naranja por el luto azteca. El papel picado endiseños geométricos negros continúa con la tradiciónprehispánica: el Tlilan, lugar de la negrura y el Mictlán, elsitio de los muertos.

En algunos altares se presenta una cruz grande de ceniza paraque el ánima expire culpas pendientes y otra más pequeña, paraque las ánimas del purgatorio continúen su viaje hasta lapresencia del Creador. La costumbre de los cuatro cirios en cruz espor los puntos cardinales que guiaran a los muertos a encontrar sucamino.

Las tres calaveras pequeñas que suelen aparecer en la ofrendason para la Santísima Trinidad. La grande es para el PadreEterno.

El agua del altar tiene que ser fresca y muy limpia para que losdifuntos se mojen los labios resecos por el largo viaje realizadodesde el más allá.

El licor para que recuerden los ratos felices en su vidaterrenal. El incienso o el copal tienen la función de limpiar consu aroma el lugar y atajar los problemas.

De la comida, los difuntos se llevan su olor y se deleitan conlos sabores.

En algunas ofrendas se encuentra un machete o una vara de rosalpara ahuyentar a los malos espíritus que traten de impedir que losfinados se acerquen a disfrutar de sus obsequios.

PARA FINALIZAR:

¿Es verdad que se vive en la tierra?

No para siempre en la tierra: sólo un poco aquí.

Aunque sea jade se quiebra

Aunque sea oro se rompe,

Aunque sea plumaje de quetzal se desgarra,

Taca.campos@gmail.com