A todo lo malo que sucede, se le atribuye a que el diablo es el responsable de ello. Fácil resulta para el hombre, porque se lava las manos de sus fechorías, poniendo como chivo expiatorio a Satán. ¿Conoce usted lo que es el diablo? ¿Se ha puesto a analizar el por qué existe? Si somos creyentes, hay que hacer un lado el fanatismo, que es ignorancia, y dedicarle un espacio para saber por qué existe. El diablo es creado por el mismo Dios, para que exista un equilibrio entre la luz y las tinieblas. Al depositar en el ser humano el libre albedrío, cada quien escogerá el camino que quiera seguir. Al final de la existencia, las cuentas que se rindan, en base a las acciones en vida, será de una manera individual, porque ni Dios ni el diablo, obligan a nadie a que les siga.
En los libros de Job (1-6,8) Mateo (4. 8,10) y Génesis (3. 1-5) entre otros, se hace mención con diferentes nombres sobre esa criatura, que se rebeló contra su Creador, e hizo que en los cielos se formara un caos. El querubín Luzbel, casi Serafín, al ser expulsado de los cielos, le siguieron ¾ partes de los ángeles, quienes se refugiaron en el Seol (infierno).
Son varios los atributos con que se conoce a Satán, y todos son válidos. Los cuernos pertenecen al dios griego Pan, el dios romano Fauno y el dios celta Cernuno. El tridente que porta, es la herramienta de Poseidón, dios griego, o el romano Neptuno.
La barba de chiva con que se le representa, pertenece al dios egipcio Bes. La cola que termina en punta, es clásica de los dragones. También a la fuerza del Kundalini invertido, de los alquimistas. El color rojo es del dios egipcio Seth. Una pata de cabra, es del dios griego Pan, o del romano Fauno. También de Baphomet, de los templarios.La otra pata de gallo, es de los judíos Shedim, y de los magos del medioevo. Cada quien ha formado al diablo a su manera, y le han puesto un poco de todo para representarlo.