La pregunta que en más de una ocasión nos hacemos, dejando la respuesta a la deriva. En la mitología griega, se le representa como un noble anciano, acompañado de atributos como una hoz, simbolizando el final de las cosas.

Lo mismo con relojes de arena, cuyos granos al caer, indican que el tiempo está contando y llegará a su fin, con el último grano de arena al caer, o bien hojas que se desprenden, indicando las cosas que quedan en el pasado.

También se le conoce como el titán de los cielos, Saturno, representativo de la muerte. Se le considera como uno de los primeros titanes griegos, siendo el más joven de los descendientes de Gea y Urano.

Es muy común escuchar el refrán “el tiempo pone las cosas en su lugar”. Y es algo cierto. Muchas heridas sólo el tiempo las cura, y por la inexperiencia, el joven no alcanza a comprender estos dichos.

Transcurridos los años, ya con mayor experiencia, se llega a comprender que la sabiduría sólo se adquiere con el tiempo, y éste no puede detenerse como muchos quisieran, o regresarlo hacia atrás para no cometer errores, que dejan honda huella en el individuo.

Nadie puede luchar contra el tiempo. La belleza sucumbe ante los años, y por más que alguien intente permanecer joven para siempre, el mismo tiempo llegado el momento, lo pone en su lugar y se sienta a verlo amansado ante los embates de la vida. Una mentira lo será siempre que el necio insista en continuar con la venda en sus ojos, pero tarde o temprano la verdad sale a flote, conociéndose hasta el último detalle.

Sólo el hombre es el único que reta al tiempo, sintiéndose invencible y capaz de derrotarlo. Pero Cronos, padre tiempo, lo único que hace es sentarse a un lado, sin prisa alguna, con esa mirada que denota sabiduría y sólo los experimentados poseen, a sabiendas que un poco antes, o después, con la hoz que carga, el mismo individuo se la pone sobre su cuello, ajusticiándose.

El tiempo es eterno y acompaña a cada organismo viviente, porque cada uno de ellos cumple con un proceso. Lo mismo sucede a toda cultura. Hoy está en la cumbre y mañana en el olvido. Sabia ley que se cumple y nadie puede impedirlo.