El escritor Charles Berlitz dijo que si se clavara una gigantesca flecha en el Triángulo de las Bermudas, saldría exactamente en el Triángulo del Dragón. Este lugar oriental debe su nombre porque se localiza en torno a Tokio, islas Ogasawa y Guam, en cuyo fondo, se dice, habitan dragones que hunden embarcaciones de despistados marineros.
Es famoso un buque fantasma que aparece ante personas descarriadas y se lleva sus almas, encontrándosele cuerpos inertes sin signo de violencia.
En las estadísticas también sobresalen hechos que hasta el momento no están resueltos. El gobierno nipón, preocupado por las desapariciones inexplicables en esa zona, en 1952 envió en exploración al buque Kaio Maru 5, equipado con los instrumentos más sofisticados de la época, resguardado por buques de guerra que lo protegerían en caso de emergencia.
Todo era normal cuando de repente, apareció una neblina que impedía la visión. Al disiparse, el Kaio Maru 5 había desaparecido. Creyeron los de las otras embarcaciones que había regresado a puerto por algún desperfecto. Nunca lograron comunicarse con él, no se supo del más del centenar de la tripulación en la que había científicos.
Las hipótesis sobre su desaparición continúan. En 1945 el piloto norteamericano Shiro Kawamoto, al pasar por la zona se comunicó a la base: “Los controles de mi avión un funcionan. Todo esto es muy extraño, el cielo parece que se partió en 2 y me está absorbiendo”. No volvió a saberse nada del piloto ni su bombardero. Las palabras de Kawamoto concuerdan con las de otros pilotos, que desaparecieron en circunstancias similares.