Una vez, hace ya mucho tiempo, existió un planeta distante que se destruyó así mismo. Este planeta pertenecía a un sistema solar lejano. ¿Fue un accidente? No hijo, no. Lo que sucedió fue que sus habitantes, en su mayoría culpables de vivir en permanente guerra, eran agresivos, corruptos y muy competitivos: “negocios son negocios”, “el tiempo es oro”. No se amaban ni respetaban a sí mismos, menos aún amaban y respetaban a sus congéneres. Su placer consistía en consumir lo que exigía la presión de la propaganda y satisfacer sus necesidades artificiales, sin importarles que ara lograrlo, tuvieran que depredar sin piedad a su generoso entorno, que de gratis les brindaba aire, agua, comida, paisajes maravillosos.
Estos feroces depredadores eran ajenos a la interdependencia de su propio planeta con el resto de planetas del universo y totalmente indiferentes a los mensajes que Gea les enviaba suplicándoles se acercaran a Dios, liberaran su corazón del odio, vivieran con sencillez, dieran más y esperaran menos y que unidos cultivaran un sentido de responsabilidad universal, en apoyo de los más débiles de la familia global. Es más, estos culpables del deterioro ambiental ni siquiera intentaron sacar de entre sus bolas de naftalina los sentimientos amorosos con los que se suponía habían nacido. Y entonces, los más horrorosos, los más insaciables poderosos planearon, para su beneficio propio, crueles actos de violencia para exterminar a los más pobres del planeta, primero. Luego fraguaron guerras fratricidas para deshacerse de aquellos seres que no convenían a sus intereses, y así más, más guerras, hasta que el planeta después de lanzar un enorme eructo se convirtió en un agujero negro, que dejó escapar algunas partículas para que se transformaran en un cinturón de asteroides alrededor del sol, que el errante viento cósmico convirtió en polvo...
La realidad
La gente lo llama eco, pero en realidad es la vida. Te devuelve todo lo que dices o haces. Nuestra vida es simplemente un reflejo de nuestras acciones. Si deseas más amor en el mundo, crea más amor a tu alrededor. Si deseas felicidad, da felicidad a los que te rodean. Si quieres una sonrisa en el alma, da una sonrisa al alma de los que conoces. La vida te dará de regreso exactamente aquello que tú le has dado. Madre Teresa de Calcuta.
Frases del Cartel pegado en la pared de ShishuBhavan, la Casa Infantil de Calcuta, donde también se encuentra este cuento que hoy se repitió en respuesta a la petición de los maestros.
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