Cuando me amé de verdad, comprendí que en cualquier circunstancia, yo estaba en el lugar correcto y en el momento preciso. Y, entonces pude relajarme. Hoy sé que eso tiene nombre, autoestima.
Cuando me amé de verdad, pude percibir que mi angustia y mi sufrimiento emocional, no son sino señales de que voy contra mis propias verdades. Hoy sé que eso es autenticidad.
Cuando me amé de verdad, dejé de desear que mi vida fuera diferente y comencé a ver que todo lo que acontece contribuye a mi crecimiento. Hoy sé que eso se llama madurez.
Cuando me amé de verdad, comencé a comprender por qué es ofensivo tratar de forzar una situación o a una persona, solo para alcanzar aquello que deseo, aún sabiendo que no es el momento o que la persona (tal vez yo mismo) no está preparada.
Hoy sé que eso es respeto. Cuando me amé de verdad, comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable: personas, situaciones, todo y cualquier cosa que me empujara hacia abajo. Al principio, mi razón llamó egoísmo a esa actitud. Hoy sé que se llama amor hacia uno mismo.
Cuando me amé de verdad, dejé de preocuparme por no tener tiempo libre y desistí de hacer grandes planes, abandoné los megaproyectos de futuro. Hoy hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta, cuando quiero y a mi propio ritmo. Hoy sé, que eso es simplicidad.
Cuando me amé de verdad, desistí de querer tener siempre la razón y, que con ello erré muchas menos veces. Así descubrí la humildad. Cuando me amé de verdad, desistí de quedar reviviendo el pasado y de preocuparme por el futuro. Ahora me mantengo en el presente, que es donde la vida acontece. Hoy vivo un día a la vez. Y eso se llama plenitud.
Cuando me amé de verdad, comprendí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme. Pero cuando yo la coloco al servicio de mi corazón, es una valiosa aliada. Y esto es ¡saber vivir! No debemos tener miedo de cuestionarnos.
Hasta los planetas chocan y del caos nacen las estrellas. Sir Charles Spencer "Charlie" Chaplin, el cómico más popular del cine mudo y uno de los artistas más geniales e importantes de toda la historia del séptimo arte fue compositor, productor, director y escritor. Adquirió popularidad gracias a su personaje mítico “Charlot”, en el que confluyen agridulces sentimientos derivados de una postura social crítica y poética.
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