El fatídico día llegó, la reina Isabel II ha muerto a los 96 años y con ella el reinado más largo en la historia del Reino Unido, habiendo roto el récord con más de 70 años en el trono, superando a su tatarabuela, la reina Victoria, quien murió a los 81 años de edad y con 63 años en el trono.
La reina pasó varios meses con complicaciones en su estado de salud, lo que la llevó a cancelar apariciones públicas, en las que ha sido sustituida tanto por el príncipe Carlos, como por el príncipe William, su nieto.
En vida, la reina Isabel II fue una mujer empoderada, fuerte, con agallas y espíritu de liderazgo, pero también precavida, al grado de planear su funeral paso a paso.
Isabel II fue una de las mujeres más importantes de los últimos años y al igual que su vida, su muerte pasará a la historia marcando este día como uno inolvidable.
La Operación London Bridge u Operación Puente de Londres es un plan de acción y complejo protocolo que ya se ha activado ante la muerte de la soberana más longeva.
Sir Edward Young, el Secretario Privado de la reina, fue el encargado de informar la noticia la recién nombrada primera ministra Liz Truss con la frase “el puente de Londres ha caído”.
El día D, como se ha denominado a este desafortunado día, desató una cascada de llamadas y correos electrónicos a funcionarios y ministros de relevancia, cuyo borrador ya estaba escrito y acaba de ver la luz.
"Estimados compañeros, es con tristeza que les escribo para informarles de la muerte de Su Majestad la Reina", los primeros en enterarse fueron los gobernadores, embajadores y primeros ministros.
Tras haber enviado este mensaje, todas las banderas de Whitehall, la zona parlamentaria, fueron colocadas a media asta.
Poco después, el Ministerio de Relaciones Exteriores alertó a los 54 Estados Miembros de la Mancomunidad de Naciones, para quienes la reina es una figura simbólica y finalmente, el anuncio de su fallecimiento se compartió con la Press Association de Reino Unido y, después, con el resto de medios a nivel mundial, siendo la BBC la televisora autorizada para dar la noticias.
Según con los medios británicos, se cancelarán temporalmente todos los programas humorísticos y el código de vestimenta de los presentadores será estricto y para las redes sociales, la página la web oficial de la Familia Real ya fue transformada en un sitio sombrío y formal, mostrando un texto sobre un fondo negro.
Entre los rumores, circula que el Palacio de Buckingham recibirá al menos a un millón de personas que desearían presentarle sus respetos a la monarca y que antes de ser enterrada, su ataúd permanecería a disposición del pueblo durante cuatro días.
En cuanto al pueblo inglés, ellos terminarán sus labores de trabajo como señal de luto. Y durante diez días seguidos se encenderán las lámparas del Parlamento.
El funeral será financiado por el pueblo británico y tendrá lugar doce días posteriores a su muerte. El féretro real será después llevado a la Abadía de Westminster, por un carruaje de armas y el Arzobispo de Canterbury dirigirá el servicio fúnebre.
De acuerdo a los protocolos reales, los líderes mundiales y jefes de Estado de todo el mundo asistirán y probablemente acompañarán la ruta del cortejo fúnebre.
Después del funeral el cuerpo de la reina Isabel sería enterrado en la parcela de la Capilla de San Jorge en Windsor, junto a su padre, el rey Jorge VI.
Las banderas se izarán en la mañana siguiente a su muerte y a las once de la mañana Carlos será públicamente proclamado rey.