Reflexiones / Ignorando la basura

Cuando era chiquita y me daba miedo, me tapaba con las sábanas en la cama. Sentía que si lo que fuera que fuera a entrar a mi cuarto, el monstruo, no me veía, entonces era como si yo no existiera

Tessa Fansa Vega

  · viernes 25 de enero de 2019

Me tapaba y ponía todas las sábanas, la colcha y nada más cuando ya de plano no podía respirar de que el aire estaba tan denso, abría un pedacito y sacaba la nariz y dejaba entrar un poquito de aire fresco y volvía a cerrar. Decía: lo que no me puede ver no existe y no existo para él.

Eso es un miedo, pero creo que la gente piensa lo mismo de la basura, porque he sido testigo de que hay gente que tira televisores y ¡sillones! de su muro hacia los ríos de los que son vecinos.

Supongo que es en teoría la misma cuestión. Yo me tapaba pensando que si no me veían, no existían y ellos aventaban y dejaban de ver la basura y asumo que pensaban que dejaba de existir y dejaba de ser su problema. La cosa es que no deja de ser nuestro problema.

Yo seguía existiendo aunque me tapara y pensara que no y los sillones y los televisores seguían ahí, a pesar de que la gente ya no los veía en sus casas. Me he enterado y he visto en las noticias que la basura viaja miles de kilómetros de un continente a otro. ¡Imagínense! La misma situación que puede pasar aquí del sillón en el río, alguien por allá en Asia tira también su sillón al río.

¡Pum! Ya no es mi problema. Ya no lo veo. Ya no existe. Pero existe para la persona que lo va a recoger en una playa miles de kilómetros lejos. Le llegó su sillón, o su televisor, o su botella, o su argolla de plástico.

Lo que fuera. Llegó porque la basura no desaparece así como no desaparecen nuestros problemas y no desaparecemos nosotros. Lo que hacemos es taparlos, es hacernos a la idea de lo que no vemos no está. Algo así como el T-Rex que dicen que si no te mueves ¿no te comía? como en la película aquella famosa. No aplica en realidad.

Tenemos que ser más conscientes. Soy una persona que genera basura. La verdad a veces pido bolsas de plástico en el súper porque a veces las necesito para mis botes y no siempre puedo encontrar una opción sustentable que se ajuste a mi presupuesto. Lo intento hacer poco pero sé que esa bolsa de plástico podría terminar no aquí, sino en una playa asiática.

Entonces así como yo me intentaba tapar y así como nosotros intentamos tapar la cuestión de la basura, creo que lo que hay que hacer es enfrentar el problema y nuestros miedos y decir somos responsables de lo que generamos, de lo que consumimos y de lo que aventamos a otras partes.

Cápsula “Verde que te quiero verde” emitida en Radio Fórmula Quintana Roo