Tanto turistas extranjeros como nacionales aprecian los productos artesanales que realizan habitantes de Jalcomulco.
Lissette Ortiz Tenorio, encargada del negocio de productos locales “Mi tierra”, expone que las lámparas, petates, escobas y jícaras, elaboradas con bejuco, bambú y barro, son objetos artísticos de alta calidad.
En esta población, dice, son numerosas las familias que a lo largo de varias generaciones se han dedicado a producir con sus manos muebles y artesanías que son altamente valoradas por los visitantes que arriban a esta comunidad en temporadas de vacaciones y los fines de semana.
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Explica que todos los objetos que venden en esta tienda son elaborados por artesanos y artistas locales. Todos son realizados con productos orgánicos y raíces que crecen en estas tierras. Algunos otros son combinados con bambú.
¿Cuáles son los artículos más solicitados?
En entrevista Ortiz Tenorio asegura que entre los productos más llevados por los visitantes son los típicos petates, que son tapetes tejidos de palma que antes se utilizaban como colchones en la zonas de calor como es Jalcomulco.
Sin embargo, aclara que quienes ahora los compran los utilizan como alfombras o tapetes, e incluso, son muy buscados por los extranjeros que también comentan que los cuelgan en sus paredes como un adorno.
En el caso de las familias nacionales, indica que sí los utilizan como alfombras para descansar porque son frescos y perfectos para utilizarse en temporadas de calor. Se los llevan a la playa o como decoración.
Los tienen de diferentes tamaños, matrimoniales, individuales y los pequeñitos que son para los pequeños.
Otro de los productos más vendidos son las lámparas, elaboradas con bejuco que son como decoración tanto para interiores como para exteriores para el caso de eventos como festejos.
También tienen bolsas elaboradas en palma y de las que tienen, igual también son de la zona, hay diferentes tamaños, diseños y modelos y resalta que quienes las elaboran utilizan detalles más modernos, pero conservando las técnicas ancestrales.
Lo importante, comenta, es que se venden muy bien los productos locales y eso beneficia a la comunidad y reactiva la economía.