Costa Esmeralda, Ver.- Disfrutar del agua color turquesa del mar, la tranquilidad de las olas y tiempo de calidad con la familia o amigos trajo a cientos de personas hasta esta zona de la entidad.
Este espacio del territorio veracruzano se ubica entre el puerto de Nautla y el río Tecolutla, ideal para la llegada de visitas nacionales e internacionales.
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Familias completas viajaron algunos kilómetros para poder disfrutar de una de las zonas más importantes del estado.
Grupos de amigos y parejas también aprovecharon los días de vacaciones para relajarse en el mar y las zona de descanso sobre la arena.
¿De qué lugares provienen los visitantes de la zona de Costa Esmeralda?
Provenientes de estados como Puebla, Oaxaca, Querétaro, Tlaxcala, la Ciudad de México, el Estado de México y hasta Sinaloa, los bañistas aprovecharon desde las primeras horas de sol.
De la misma forma, hubo quienes viajaron desde Estados Unidos, España o Francia para poder recorrer esta área que se caracteriza por la hospitalidad de sus pobladores.
Esta zona es la vía de llegada para Papantla y la zona arqueológica El Tajín, lugar emblemático de la zona del Totonacapan que se ubica a aproximadamente hora y media de camino.
¿Dónde se encuentra Costa Esmeralda y qué se puede encontrar?
Costa Esmeralda se ubica a 170 km del Puerto de Veracruz, a 340 km de la Ciudad de México y a 185 kilómetros de Xalapa, capital del estado.
El destino combina hermosos paisajes naturales con infraestructura turística para todas las necesidades y demandas económicas.
Desde que se va llegando a la playa se puede percibir el ambiente de fiesta que impera en el lugar, tanto por la energía de los visitantes como por el recibimiento de los lugareños.
Puestos de alimentos, bebidas refrescantes y micheladas son ofertados al por mayor.
Palapas en los que se ofrecen mariscos, antojitos y varios tipos de alimentos atraen a las personas con el olor de sus guisos.
Por un lado se escuchan las canciones de cumbia que son bailadas por personas de todas las edades, y por otra parte de la playa está la música de banda, la cual es coreada por quienes traen cerveza en mano.
Las palapas están llenas, las mesas se llenaron de personas que disfrutan de sus alimentos mientras algunos integrantes de las familias se sumergen en el mar.
El futbol se hace presente entre padres e hijos, hermanos, primos o amigos que decidieron echarse una "cascarita" para disfrutar lo fresco del mar.
Otros decidieron elevar papalotes de gran tamaño aprovechando el aire que corre con fuerza en la zona de playa.
Aunque no pudieron faltar las familias y los menores que hicieron figuras de arena o enterraron a alguien para que disfrutara de la vista.
A orilla del mar se encuentran los carritos que ofrecen fruta picada, nieves de varios sabores, raspados y cocos "bien fríos".
También se pasean algunos vendedores de artesanías, refrescos y bolis de frutas de la región.
Para varias mujeres es tradición venir a la zona y hacerse trencitas en el cabello, por lo que las chicas que se dedican a esta actividad hacen uso de su habilidad con las manos para ganar el mayor número de clientas.
Pese a que el aire "pegó con fuerza", los bañistas sí se metieron al mar aprovechando que el sol era intenso.
Banderas rojas con palos clavados a medio mar indicaron a las personas hasta donde estaba permitido el ingreso en el agua.
Los salvavidas, pendientes de los viajeros, dieron alertas en todo momento para evitar algún incidente.
Hasta este viernes en la zona se registra saldo blanco y se prevé que así continúe para los siguientes dos días de la semana en los que se espera un mayor número de visitantes.
Los restauranteros y prestadores de servicios auguran que durante el fin de semana aumenten las visitas y los ingresos sean mayores a los registrados este viernes santo.