Dicen por ahí que uno siempre vuelve a los lugares donde fue feliz y tienen razón. Regresé a Guadalajara, Jalisco, una tierra que abrazo desde lo más profundo de mi corazón, pues dos de las personas que más amo en esta vida, pasaron años paseando en la Tierra del Tequila: mis abuelos.
Siempre que tengo oportunidad de regresar a la Perla Tapatía, lo agradezco. Esta última vez lo hice de la mano de personas que desde el minuto uno, se convirtieron en compañeros de aventura para escribir en Viajero OEM.
Escucha: Tequila, en Tequila. Aquí te contamos todo lo que puedes hacer en este Pueblo Mágico
Todo comenzó desde el Aeropuerto
La cita fue a las 5:00 am y aunque estaba lista desde las 4:00 para llegar a tiempo, en menos de 20 minutos ya estaba bajando del Uber.
Al llegar al Aeropuerto me puse en contacto con las personas con las que viajaría para después comenzar con los trámites antes de abordar. Con el nuevo reglamento y forma de operar de los aeropuertos y aerolíneas, los turistas deben llenar una serie de formularios y cuestionarios para así evitar la propagación de la Covid-19.
Una vez listos los formularios y con la maleta documentada, pasé a la puerta de abordaje; tardamos en subir aproximadamente 15 minutos. El vuelo de ida salió a tiempo y aterrizamos en tierras tapatías a las 9:00 am.
Después nos dirigimos al Hotel Windham Garden que se encuentra a unos 30 minutos del Aeropuerto Internacional de Guadalajara; este alojamiento tiene diferentes tipos de habitaciones: la estándar, la garden club, junior suite, master suite y suite presidencial; son amplias e ideales para los viajes en familia, cuenta con alberca y vista a la terraza donde se puede ver toda la flora que abunda en el lugar.
¡A disfrutar como pequeñ@!
Mientras esperaba la habitación, aproveché para desayunar en el lobby del hotel para después visitar Trompo Mágico, una especie de parque con atractivos lúdicos y divertidos. Aquí los niños aprenden a través de diferentes actividades; este lugar es ideal para que los más peques disfruten de espacios de recreación.
La contemplación, interacción, ciencia y tecnología están presentes en sus áreas enriquecidas con un fundamento pedagógico, lo que hace sobresalir al museo a nivel nacional e internacional.
Si en esta línea de curiosidad o vena exploradora, otra opción es la que vivimos en el Zoológico de Guadalajara; es catalogado como uno de los más importantes en México y es de los pocos zoológicos autofinanciables. ¡Cuentan con un Safari dentro del mismo espacio! Tienen 50 hectáreas completamente desarrolladas, donde se ha respetado la topografía del terreno, así como árboles y flora existentes.
¿Viajar con niños en la nueva normalidad?
Otra de las opciones es el acuario Michin, el cual cuenta con más de 300 especies y más de 200 ejemplares, entre los cuales destacan los ajolotes y el famoso pez payaso.
Reservas naturales para todos
Visitamos El Bosque de los Colomos, un lugar que como su nombre lo indica es un bosque urbano que se encuentra insertado dentro del Área Metropolitana de Guadalajara y poblado con formaciones vegetales en las que predominan los árboles. En el recorrido se puede observar muchísima fauna como ardillas, tortugas, y peces, además del pato real mexicano el cual se encuentra en peligro de extinción. Este bosque es uno de los recintos más cuidados de Jalisco.
Sin embargo, algo que se llevó mi corazón por todo el trabajo que conlleva fue: Igloo Kookolo, un proyecto que tiene como principal objetivo preservar cada espacio que nos brinda la naturaleza, siendo un lugar donde se respeta y es querido el medio ambiente.
Bosques: Opciones para darse un paseo
Este sitio funciona como un lugar de aprendizaje teniendo muy presente la permacultura, la cual busca integrar a los seres humanos a su entorno natural a través del respeto, el cuidado y la cooperación con todos sus elementos. Utilizan técnicas de construcción natural, cada igloo dentro de la reserva, es hecho por las mismas personas que habitan el lugar.
Comida rica, tradicional y dulces
Como la gastronomía de Jalisco no hay dos. Una de las paradas culinarias fueron las carnes en su jugo de Kamilos 333; este lugar surgió en 1975 y se ubica en el conocido, bullicioso y muy tapatío Barrio de Santa Teresita. Aquí lo que brilla por completo además de su carnes, son los frijolitos con chicharrón seco, el guacamole y por supuesto las jericallas.
Del Centro de Jalisco sale el Tapatio Tour, que como su nombre lo dice, hace un recorrido por las calles y monumentos más representativos. Me subí para conocer un poco más de los tesoros que guarda la ciudad y mientras llegaba a Tlaquepaque me dispuse a escuchar con atención cada historia. Una vez estando ahí la emoción de conocer cada rincón de este municipio se acrecentó.
¡Yo soy dulcera y postrera de corazón! Cuando me dijeron que visitaríamos uno de los lugares más importantes de Jalisco donde se elaboran dulces tradicionales no pude evitar sonreír, fue así como llegamos a Nuestros Dulces.
El fundador del negocio de golosinas artesanales, Luis del Hoyo, comenzó haciendo mazapanes y rompope con las recetas de su abuela en 1992. Desde entonces se ha catalogado como una de las tiendas con venta de postres artesanales más importantes en la región.
Aquí comería Harry Potter si viviera en Jalisco
Además de conocer el proceso de elaboración de dulces tradicionales como cajeta, rompope, y mazapanes tuve la oportunidad de vivir la experiencia de una cata de cacao de la mano de una de las chocolateras con más renombre en México: Cristina Taylor.
Ahí mismo, en la calle de Reforma 39 en Tlaquepaque, se encuentra la chocolatería de Cristina, un lugar que tiene como principal objetivo enaltecer la cultura del cacao a través del chocolate de calidad y experiencias únicas a través de catas.
Cristina hace catas de cacao para chicos y grandes, así que esta puede ser una gran experiencia gastronómica para involucrar a los más pequeños, además de que existe la posibilidad de que ellos elaboren sus propios chocolates guiados por la experta chocolatera.
Lee las reseñas con sabor de nuestro viaje en Jalisco en www.aderezo.mx
Hora de regresar
Después de un gran recorrido por municipios tradicionales de Jalisco durante varios días hicimos una de las últimas paradas: Chapala.
Este sitio alberga el lago más grande de México que lleva el mismo nombre. Este es la principal fuente de abastecimiento de agua de la Zona Conurbada de Guadalajara, de acuerdo con la Comisión Estatal del Agua Jalisco (CEA). Tiene una capacidad total de 7,897 millones de metros cúbicos y una superficie de 114, 659 hectáreas, de las cuales Jalisco ocupa el 86% y Michoacán el 14%.
Me encanta caminar por el Malecón de Chapala. Parece que se detiene el tiempo, entre sus calles empedradas, puestos y boutiques pintorescas y la calidez de su gente. Este lugar tradicional es perfecto para disfrutar de botanas típicas de la región como los charales enchilados, dulces, helados y paletas mientras disfrutas de la vista.
Un viajero, todas las posibilidades ¿Qué tipo de turista eres tú?
Irme de Jalisco sin haber comido tortas ahogadas, jericallas y tejuino podría haber sido un delito. Por fortuna logré irme limpia probando cada uno de los platillos y visitando lugares que hacen de la Perla de Occidente algo único en México y que son perfectos para visitar en Verano.
Tomé el último sorbo de mi Tejuino y me preparé mentalmente para volar de regreso a CDMX, esperando que mi próxima visita a Guadalajara sea más pronto de lo que pueda imaginar.
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