Ciencia y luz|Una planta milenaria en Xalapa

Diario de Xalapa

  · martes 31 de octubre de 2017

Por Victoria Vovides*

By the natives the various cycads are usually called palms,so that we have the sago palm, bread palm, Dolores palm.Charles Joseph Chamberlain, The Living Cycads, 1919

Xalapa es hogar de plantas consideradas entre las más antiguasdel mundo, las cicadáceas, que reciben los nombres comunes depalma del monte y palmita, entre otros. No sólo son longevas, suancestría se remonta a antes de la era de los dinosaurios. Lasconozco porque son estudiadas por mi esposo, Andrés Vovides, aquien he acompañado en sus andanzas a la caza de ejemplaresescasos y raros de esta familia botánica. Es precisamente una deesas correrías el motivo del presente escrito.

Cuando Andrés empezó su investigación encontró que elbotánico estadounidense Charles J. Chamberlain realizó trabajosde campo a principios del siglo XX en Xalapa y sus alrededores,registrados en su libro de The Living Cycads, de 1919, enrazón de que otros estudiosos ya habían referido la presencia degrandes ejemplares de “Dioon en algún lugar cerca deBanderilla”, así como “en un lugar a dos o tres estaciones detren al este de Xalapa”.

Chavarrillo

Cuando Chamberlain llegó a la capital veracruzana lainformación que tenía era escasa e incompleta, pero traíaconsigo una carta de presentación dirigida al gobernador delestado Teodoro A. Dehesa, quien le brindó ayuda al estacionar unpolicía en el parque Juárez, donde también crecía un ejemplar,para preguntar a los transeúntes si habían visto otro en el campoy dónde. Finalmente el botánico obtuvo información de que laregión que buscaba era la de Chavarillo, y que la especie encuestión era Dioon edule, conocida por los lugareños comotiotamal, quiotamal o chamal.

Chamberlain tuvo un valioso colaborador en el profesor debotánica Luis Murillo, de la Escuela Normal, quien tenía en eljardín de su casa una planta grande de D. edule y ofreció aChamberlain enviarle datos sobre la producción de hojas de esteejemplar, cosa que hizo durante 11 años. A partir de dichainformación determinaron el tiempo de crecimiento y producción delas hojas, así como la edad aproximada con base en el conteo decicatrices que deja cada tallo de hoja sobre el tronco y hacer unasimple división por el número promedio de producción anual dehojas, método por medio del cual llegaron a una edad estimada de970 años.

Quinta de las Rosas

Tras haber leído, en la década de los 80, sobre lacolaboración entre Chamberlain y Murillo, mi esposo se entrevistócon integrantes de la familia Murillo, en Xalapa, pero nadie sabíala ubicación de la planta. Alguno dijo que tal vez ya noexistiera, que podía haberse perdido por diferentes motivos, asíque Andrés suspendió durante un tiempo sus pesquisas,reanudándolas en el momento que alguien le dijo que el lugarpodía ser la Quinta de las Rosas, a donde se dirigió paraencontrarse con que en el jardín había una construcciónllevándose a cabo, lo que le impidió examinarlo, y una vez mástodo quedó en el aire.

Sucedió que años después Víctor Luna, uno de sus colegas,mientras realizaba un inventario de jardines históricos y plantasen Xalapa visitó la Quinta de las Rosas, cuando ya se habíaconvertido en la sede del INAPAM, y recorrió su jardínconcienzudamente, encontrando un ejemplar de D. edule de la talladel que había investigado Chamberlain. ¡Era la cicadácea medidapor éste y Luis Murillo!, la cual, si en el año 1911 se calculóde 970 años de edad, ya alcanzó más de mil años.

Jardín Botánico Clavijero

Por azares del destino tuve la suerte de trabar amistad con MariCarmen Martínez Murillo Mora, nieta de don Luis Murillo, justocuando estaba por celebrarse un aniversario del Jardín BotánicoClavijero y por inaugurarse el nuevo sitio para la ColecciónNacional de Cícadas, eventos en los que participaría mi esposoAndrés; así que concerté una cita entre él y Mari Carmen, juntocon las otras nietas (de más edad) del profesor, quienesamablemente le dieron toda la información posible, además defacilitarle una foto de don Luis para incluirla en su plática,así como una copia de un herbario personal que él elaboró.

En el estado de Veracruz existen cicadáceas no sólocentenarias sino milenarias a las que es menester estudiar yproteger, lo mismo que a las que se encuentran en la Quinta de lasRosas, dos de Dioon y una Ceratozamia. Por otra parte, el JardínBotánico cuenta con una colección abundante de estas plantas enun hermoso entorno que puede recordar a la Xalapa que conocióCharles Joseph Chamberlain a principios del siglo XX.

victoria.vovides@gmail.com

*Colaboradora

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