Crear mis esculturas es como el que está cantando con una guitarra: Nacho Pérez

Diario de Xalapa

  · jueves 15 de septiembre de 2016

Ignacio Pérez Solano, escultor

Frase:

“Mi obra que la vea la humanidad; esto es para lahumanidad,

mi corazón y mi cuerpo está para lahumanidad”

Por Jorge Arturo Rodríguez

El pasado primero de septiembre, el ayuntamiento de Xalaparindió homenaje al escultor Ignacio Pérez Solano. Un mes antestuve la oportunidad de charlar con él en su casa-taller, ahídonde sus sueños se erigen en piezas de iluminación, dehumanidad, de tradición, de mexicanidad, de arte. Sonriente,amable, rodeado de sus creaciones, Nacho Pérez habló con sucorazón, la creatividad de sus manos y su mirar de luz. He aquíun parte de la conversación.

El  maestro Nacho Pérez a sus 85 años sigue creando susesculturas; empezó en 1948, cuando tenía 18 años.

Por aquel entonces, nos cuenta, “hacía varias cosas con lapintura y la escultura, pero me llamó mucho la atención laescultura, porque en la escultura se puede grabar algo para siemprey no se borra nunca”.

El escultor Ignacio Pérez Solana, originario de Tlacotalpan,Veracruz, trabaja, más bien, crea a tambor batiente, como élmismo lo ha expresado. Todos los días, todo el día y hastadormido, dice entre bromas, pero realmente así es, no conciliafácilmente el sueño: vive un mundo de inspiración, “hay muchascosas que se vienen a la mente” y entonces hay que seguircreando.

Nació en 1931. El maestro Nacho Pérez, decano de la esculturaen Veracruz, es básicamente autodidacta, aunque en la Ciudad deMéxico estudió hasta el cuarto año en la escuela de San Carlos yrecibió cursos en la escuela La Esmeralda. Fue en el CentroSuperior de Artes Aplicadas del INBA donde se interesó porescultura monumental.

En el año 1959 trabajó al lado de los escultores IgnacioAsúnsolo y  Francisco Zúñiga en la capital del país, paraluego trasladarse a la ciudad de Xalapa a trabajar en el taller dela Escuela Secundaria Técnica Industrial y de Servicios No. 3,mejor conocida como la Técnica 3. Fue en esa época cuando hizoLa olla, cuyas características son una mezcla de lasraíces prehispánica y azteca debidamente estudiadas y asimiladaspara obtener en esta obra, como en muchas de sus creaciones,“nuestra mexicanidad”.

Nacho Pérez ha creado réplicas de la cultura olmeca, como lascabezas colosales, para llevar la riqueza de nuestros antepasados,de “nuestros abuelos”, dice el maestro Nacho Pérez:“llevamos el mensaje de esas copias, como las cabezas olmecas,así como de la cultura totonaca, azteca, lo que importa es dejarhuella, trascender las fronteras”.

El escultor abre su creación a los ojos del mundo, pero nosólo eso, nos descubre el sentir sobre las formas, la raíz quenos fecunda. El maestro Nacho Pérez a esto lo llama nuestramexicanidad.

Sus obras han sido exhibidas en la mayor parte del país, y anivel internacional en Beijing (China), Ámsterdam (Holanda),Madrid (España), Vancouver (Canadá), Bruselas (Bélgica), Tokio(Japón), Sudáfrica, Paris (Francia), Berlín (Alemania), y enmás de 4 ciudades en los Estados Unidos, donde ha sido reconocidosu trabajo, tanto en la elaboración de réplicas como de creación propia.

Formador de varias generaciones en el ámbito de la escultura,el maestro Nacho Pérez fue cofundador del Taller de ArtesPlásticas (que luego sería la Facultad de Artes Plásticas de laUniversidad Veracruzana), en esta ciudad en 1964, junto con PabloPlatas, Jorge Martínez, Joaquín Durán, Ramón Alva de la Canal,Norberto Martínez, Mario Orozco Rivera, Fernando Vilchis, KiyoshiTakahashi, entre otros.

Trabaja con diversos materiales: piedra, granito, bronce,madera, mármol, acero inoxidable, fierro, barro, cemento,terracota, de acuerdo a la figura a realizar, pero siempre conelementos del lugar, de la región.

La obra del artista se nutre de los elementos de la naturaleza.En su afán de conservación usa también material de desecho paracrear obras que lleven el mensaje de salvar la tierra, laatmósfera, el agua, el cuidado del medio ambiente.

En ciertas exposiciones, el también llamado “Guardián delMedio Ambiente” confía en que “el amor al planeta nunca seperderá, el hombre sigue, se puede rescatar mucho, aún haytiempo” y con su exposición escultórica hace un llamado a losniños, a los jóvenes, a los adultos, a los políticos, a trabajarpor el cuidado del medio ambiente, para que los ríos vuelvan atener sus aguas cristalinas y siga emanando la vida en elplaneta.

A su edad, conserva el brío de seguir con sus creaciones, paradejar su sentir, su pasión, su universo. Afirma: “En elperegrinar de este mundo, estamos con una misión: dejar obra; yovine con una misión, no me estoy despidiendo, pero estoy en losalbores de la despedida. Les dejó mi mensaje, mi emoción en vivo,con la expresión de mi corazón. Crear mis esculturas es como elque está cantando con una guitarra, así es el arte”.

Nuestro reconocimiento al maestro Nacho Pérez, quien comentó:“Mi obra que la vea la humanidad; esto es para la humanidad, micorazón y mi cuerpo está para la humanidad”.

Un hombre sencillo, amable, generoso; un veracruzano que labrasus esculturas con amor, amor a Veracruz. Que esculpe el rostro deMéxico, sus raíces, los valores de identidad, la mexicanidad,pero también creación de sueños, anhelos, vivencias, la vidamisma.

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