Xalapa, Ver.- El pasado jueves 27 de febrero, familiares, amigos y miembros de la comunidad artística de Xalapa se congregaron frente al recién restaurado mural "El túnel del tiempo" para rendirle homenaje póstumo a su autor, el pintor Emmanuel Cruz.
A cuatro años de su deceso, el artista fue recordado por su prolífica obra, realizada en pocos años, pero no solo por eso, también se destacó su calidad humana, su carisma y su amor a la vida.
Aunque la invitación indicaba que el homenaje iniciaría a las 17 horas, desde minutos antes ya había un grupo numeroso de personas, quienes esperaban entre olor de incienso y claveles. A diferencia de otras conmemoraciones, no hubo que aguardar mucho para escuchar al hijo del artista, quien agradeció el acompañamiento a las familias Cruz y Vázquez, para enseguida iniciar un ritual de apertura.
Esther Karina Vázquez, viuda del pintor, rememoró los orígenes del mural reinaugurado, pero para sorpresa de los congregados, fue Emmanuel, en video proyectado en el techo del edificio Enríquez, en el centro histórico, quien explicó el objetivo de la obra.
Se trata de una litografía de la calle Enríquez que nos habla de nuestro presente y pasado... Buscamos ocupar el espacio público y reivindicarlo.
Al final de la exhibición, Esther Karina puntualizó que restaurar obras de quienes han partido es el mejor homenaje; este trabajo estuvo a cargo de Aníbal Contreras y Moisés Ramírez, con apoyo especial de Ricardo Muñoz. Aprovechó para expresar su convicción en que el arte puede ayudar a mejorar la sociedad, a recuperar la paz, a ser propositivos.
Compartió algo que muchos de los asistentes sabían: "Emmanuel invitaba a otros a pintar, porque creía en el poder de hacer comunidad". Por tal motivo, hizo un llamado al gobierno "a fortalecer el tejido social, a no ser inerte o, peor aún, a ser indiferente ante los murales, los cuales son patrimonio de los xalapeños".
Emmanuel nos alienta a fortalecer nuestra identidad y cultura, mirando nuestro pasado para reconstruir nuestro presente.
El discurso marcó el inicio de la participación de poetas y músicos; de Vicente Espino, cronista de la ciudad; Ricardo Rodríguez, cuentacuentos, y de quienes develaron la placa que permanecerá en "El túnel del tiempo".
Los participantes evocaron la Xalapa de antaño y otros convocaron a fortalecer la identidad de un pueblo que se ha caracterizado por su afecto al arte y la cultura, un pueblo donde Emmanuel Cruz dio lo mejor de sí mismo, como persona con gran vocación de servicio y como creador.
La ceremonia se extendió por más de una hora en una clásica tarde xalapeña, fría y con chipi chipi, que más allá de ser un acto protocolario, se convirtió en una amena reunión donde no faltaron ni los aplausos ni la risa ni el son jarocho, mucho menos, el zapateado veracruzano.