Xalapa, Ver.- Antes de cumplir los 20 años, Angie Eguía quiso ser arquitecta, pero tuvo que hacerle frente a algunas dificultades que la llevaron a otra área, la del diseño de moda, algo no tan alejado de su interés inicial, porque también estaba cercana a las líneas, a los trazos, a la creatividad y a la observación aguda. Lo que sí resultó inesperado es que cuando se dio cuenta ya estaba inmersa en la confección y diseño de vestuario para personajes de obras de teatro.
En 2020, con aproximadamente dos décadas de trabajo ininterrumpido, el de Angie Eguía es uno de los nombres más recurrentes en los programas de mano de producciones escénicas de la capital del estado. Y es que su labor no se ciñe únicamente a elaborar un traje ya pensado por los artistas, en muchas de las ocasiones ella también contribuye en el diseño.
Actualmente, la vestuarista xalapeña no se vislumbra haciendo otra actividad que no sea dentro de su taller, rodeada de hilos de distintos colores, botones, cierres, sus dos máquinas de coser industriales y un muestrario de telas de gran diversidad de texturas y tonos. Este muestrario, explicó en entrevista para Diario de Xalapa, le ha dado posibilidad de brindar otro servicio.
“Cuando acordamos cómo quedará el vestuario, me encargo de buscar las telas más adecuadas, tomando en cuenta el presupuesto. Aunque en Xalapa sí hay algunas, es en Veracruz donde encuentro más variedad. Viajo para allá, tomo fotos de las telas con los costos y las envío; mientras espero la respuesta, hasta tiempo me da de tomarme mi cafecito”.
Angie se expresa con un tono amable y una gran sonrisa, algo que también es indispensable para su labor, a la que está dedicada al 100 por ciento.
Antes, cuando no había tanta inseguridad, los actores salían de sus ensayos a las 12 o 1 de la mañana, y a esa hora llegaban al taller para las pruebas de vestuario. Yo no tenía ningún problema. Los atendía a la hora que fuera. Ahora eso ya no sucede, pero lo que sí pasa es que si para entregar el encargo me tengo que desvelar y estar arriba muy temprano, lo hago. Y si tengo que trabajar sábado y domingo, adelante
La creatividad de Angie Eguía no es suficiente para lo que ella se dedica. Se nutre de todo lo que la rodea, de lo que lee, de lo que le comparten los directores y productores teatrales.
Al hacer un recuento de las personas con las cuales ha sido parte del equipo de creativos, surgen nombres como los de Martín Zapata, Alejandro Ricaño, Adriana Duch, Jorge Castillo, el equipo de Área 51, Foro Teatral, Adrián Vázquez, Tania Hernández, Lucila Castillo, Dionisiacas Producciones, Compañía Titular de Teatro, colectivos de danza y escuelas que producen sus musicales, por mencionar solo a algunos.
Además de lo efectuado en vestuario, Angie también hace escenografía y utilería, y no ha dejado de lado el diseño de ropa, desde deportiva hasta vestidos de cocktail.
“Cuando diseñé un vestido de novia para la obra Mientras un niño le arrancaba la pata a una rana en Japón, gustó tanto que me surgieron propuestas en ese mercado. Hago de todo y me siento muy satisfecha”, dice mientras fuera de su taller se escucha el canto de un gallo y el cacareo de gallinas. Angie Eguía (Ángela Guadalupe Eguía Lozada) comparte que esa es parte de la ambientación, de su día a día, de su proceso creativo.
“Son las mascotas de la familia y a mí me gusta escucharlas mientras trabajo con el compromiso de dar lo mejor de mí para lograr caras de alegría y satisfacción en quienes reciben lo que hago, en que se sientan cómodos. Mi gran pasarela no es con modelos. Mi gran pasarela es un escenario por donde desfilan actores que dan vida a personas que ni en sueños pensé llegar a conocer”.