La subasta de la colección de arte del cofundador de Microsoft Paul Allen, fallecido en 2018, en la casa Christie's de Nueva York, superó ayer los mil millones de dólares, con una lluvia de récords para pinturas de Van Gogh, Cézanne o Gauguin.

Cinco de las pinturas entraron en el selecto club de obras vendidas por más de 100 millones de dólares en un remate.

La obra más costosa de la velada, Les Poseuses, Ensemble (petite version), de 1888, del pintor Georges Seurat y considerada una obra maestra del puntillismo, alcanzó los 149.24 millones.

La casa de subastas había anunciado que la totalidad del monto de las ventas sería para obras de caridad. Aun cuando se había peleado con Bill Gates, con quien creó Microsoft en 1975, Paul Allen había firmado en 2009 su "promesa de donación", con la que se comprometía a la entrega de la mayoría de su fortuna.

Solo 60 de los 150 lotes fueron vendidos el miércoles y el resto de la subasta se realizó hoy, con un valor que ya superó el récord previo de la colección Macklowe, perteneciente a una pareja millonaria de Nueva York, la cual alcanzó los 922 millones de dólares en la casa Sotheby's la pasada primavera.

Luego de la pintura de Seurat, la obra Montagne Sainte-Victoire (1888-1890) de Paul Cézanne y precursora del cubismo, alcanzó los 137. 79 millones de dólares, un récord en subastas por una obra del pintor francés.

También se batieron récords de subasta por una pintura de Vincent Van Gogh, la Verger avec cyprès, que fue vendida por 117,1 millones de dólares, y por una obra de Paul Gauguin, Tahití Maternité II (1899), que fue adquirida por 105.73 millones, también un récord para este artista.

Con estas ventas, y la de un retrato de Marilyn Monroe Shot Sage Blue Marilyn de Andy Warhol, vendido en mayo por 195 millones de dólares -el máximo de una obra del siglo XX- el año 2022 se perfila como uno de los más onerosos en la historia del mercado del arte.

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