Una máscara modelada en estuco que se considera representa al gobernante Pakal; un adorno para la nariz, único en su tipo, y un pasaje subterráneo, son los recientes hallazgos que el INAH realizó en casas de El Palacio de Palenque.
Junto con lo anterior, fueron descubiertos un sinfín de restos de animales como tortugas, roedores, cangrejos, peces y demás fauna acuática; así como minerales y otros elementos que forman parte de una vasta ofrenda maya; aunado al adorno nasal de hueso, como se mostró a los medios de comunicación.
El responsable de los trabajos de conservación y restauración, los cuales rindieron estos frutos en mayo pasado, fue el arqueólogo Arnoldo González Cruz, y la restauradora Haydeé Orea Magaña; el primero mencionó que estos hallazgos corresponden al periodo Clásico Tardío (684-720 d.C.) de la cultura maya.
Previamente, en conferencia de prensa el director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto Hernández, destacó que esto se suma a decenas de hallazgos que se acumulan en los últimos años gracias al trabajo de investigación respaldado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y por la Secretaría de Cultura.
Destacó que Palenque es uno de los sitios arqueológicos más explorados lo que permite un acercamiento más tangible hacia su historia; al cual acude un gran número de personas ávidas de información y de conocimiento del vasto universo cultural maya, y aún falta mucho por descubrir.
“Estos gobernantes que van apareciendo en Palenque nos están dando pistas muy importantes para entender las estructuras de gobierno y todo lo que significó las confrontaciones entre los grandes centros de poder maya en el periodo clásico”, mencionó.
Precisó que la primera etapa de los trabajos de conservación fue resultado del apoyo del Fondo de Embajadores del Departamento de Estado para la Preservación Cultural (AFCP, por sus siglas en inglés), de 500 mil dólares.
Los trabajos comenzaron desde enero con el propósito de contener las afectaciones causadas por el intemperismo y la fauna local; aunado a la conservación integral de las cubiertas de las Casas A, B, C, D y E del conjunto arquitectónico conocido como El Palacio, donde apareció el mascarón.
Arnoldo González confirmó que en la Casa E del complejo arquitectónico, las labores estaban encaminadas a atender la acumulación de agua en el patio este que en época de lluvia filtraba el agua y provocaba problemas de humedad en el inmueble, por lo que fue escarbado el piso cuyo nivel era similar a la crujía del edificio.
Fue así que se localizó lo que se presume es un estanque y en el fondo fue encontrada la cabeza de estuco que Arnoldo González consideró es una figura de naturaleza humana, ya que no es fantástica ni representa a un Dios; también se hallaron las figurillas, restos cerámicos, vasos y huesos de pescados que se asocian al depósito.
Respecto al subterráneo, indicó que es parte de los sistemas constructivos, el cual es una subestructura en la Casa C el cual nadie esperaba y les hace pensar que en algunas otras edificaciones podrían estar presentes.
Por su parte, el subsecretario de Diversidad Cultural y Fomento a la Lectura, Jorge Gutiérrez, señaló que los visitantes a Palenque, zona merecedora de los más altos reconocimientos, cada año suman un millón 300 mil personas, cifra que va en aumento.
“Esta mañana la zona arqueológica de Palenque se viste de gala, aún más de lo que es costumbre, con motivo del hallazgo de un magnífico mascarón de estuco en el conjunto arquitectónico denominado El Palacio, por lo que una vez más la ciudad dio cuenta de sus excepcionales y bien conservados restos.
Mientras que el Secretario de Turismo del Estado de Chiapas, Mario Uvence Rojas, coincidió con que Palenque es uno de los sitios más emblemáticos para la identidad y el orgullo de todos los chiapanecos y la oportunidad de hacer de esta región uno de los destinos turísticos más que sustentabilidad se torne ejemplo mundial del aprovechamiento eficiente de los recursos.
“Es muestra fehaciente del gran trabajo que el INAH realiza, el mascarón encontrado durante las labores de conservación arquitectónica en la Casa E de El Palacio, simboliza la ritualidad del pasado maya, pero también el perenne encuentro de nuestro pasado, sustento de la fortaleza actual del pueblo mexicano”, finalizó.