David Alfaro Siqueiros encontró en los medios y técnicas de la industria del cine un modo de producir arte para las masas, y así consiguió traducir los lenguajes cinematográficos a la pintura mural para generar una pintura más pública, como sucedió en sus obras Mitin obrero y America tropical, ambos realizados en Los Ángeles, Estados Unidos, en 1932.
Así refirió Anna Indych-López, curadora e investigadora del City Collage de Nueva York, durante la charla virtual Siqueiros, Hollywood y la plástica fílmica: técnicas fotocinematograficas y nuevos realismos para las masas, organizada por la XIV Bienal FEMSA, en la que describió la influencia directa que tuvo la industria del cine y los medios masivos de comunicación en el pintor mexicano.
“La estética del cine y Hollywood desempeñó un papel central en el continuo esfuerzo de Siqueiros para traducir en forma visual sus ideas retóricas sobre la plástica fílmica. Encontró inspiración en la rama de la dirección de arte que se instaló en esa época que generalmente incluía una mirada mediada de los componentes como los bocetos, la ubicación de los actores y el posicionamiento de la escenografía y la utilería”, refirió.
Entonces, como si se tratara de un set fílmico, Siqueiros pintó Mitin obrero que en realidad se trataba de la obra final de un curso de pintura impartido en Los Ángeles. Hoy esta obra se encuentra cubierto por capas de yeso.
“Mitin obrero, pintado en una pared de la azotea de la escuela donde se impartía el curso, revela las formas en que Siqueiros aprovechó esta oportunidad para experimentar con materiales y técnicas industriales incluido el cemento impermeable en lugar del tradicional fresco, pinzas pulvarizadoras para aplicar el pigmento, esténciles para producir sombras, taladros neumáticos para dar aspereza a la superficie del muro y el uso de un aerógrafo o rociador”, añadió.
Lo que más llama la atención es cómo Siqueiros decidió usar la proyección del boceto sobre la pared como si fuera una película y así sustituir el dibujo a mano sobre muro, que es más lento y costoso. Usó un proyector de cine y sobre la pared visualizó el boceto en fotografía con lo que convirtió el muro en una pantalla fílmica.
En el caso de América tropical, un mural mucho más expuesto al público en la Plaza Art Center y destruido casi inmediato a su apertura por la escena de un indígena en medio de una selva y ruinas arqueológicas, se distinguió por trabajar con un amplio equipo de profesionales del cine, desde directores, fotógrafos y diseñadores hasta escenógrafos quienes laboraban de noche bajo reflectores fílmicos. Siqueiros fungió como director de escena.
“La industria de cine –añadió la especialista- le fue útil a Siqueiros para realizar un muralismo radical que expresara ideas populares, de vanguardia, revolucionarias. Con ello afianzó sus teorías sobre la plástica fílmica encaminada a un arte de masas”.
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