Su nombre completo era Salvador Felipe Jacinto Dalí i Doménech, aunque el mundo entero lo conoce simplemente como Salvador Dalí.
Aunque sus obras más conocidas se desarrollaron en el campo de las artes plásticas, su creatividad e ingenio fuera de serie alcanzaron otras proyecciones como el cine y la fotografía.
A la edad de 12 años comenzó sus estudios de arte, bajo la tutela del también productor plástico, Juan Núñez. Los dibujos que realizó durante un año en este estudio, fueron expuestos en la residencia de su familia, en una muestra que organizó su propio padre. Este fue la primera exposición de Dalí, donde muchos creadores de la época comenzaron a prestar atención al trabajo del muchacho.
Siendo ya un joven de 18 años de edad, ingresó en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Desde entonces, ya mostraba sin reparo el aprecio desmedido que tenía por sí mimo, pues casi al término de sus estudios, fue expulsado luego de referir radicalmente que en la Academia, no había nadie en condiciones de examinarlo. Al salir se trasladó a París, donde conoció a Picasso, por quien sintió una profunda admiración.
Excéntrico, ególatra, narcisista y extravagante, llamó la atención no sólo por sus piezas oníricas y fantásticas, sino también por su peculiar personalidad, que muchos llegaron a considerar como sólo un recurso del artista para ganar fama.
Lo único certero, es que sus obras fueron sólo vistazos de las escenas inverosímiles que Dalí podría haber llegado a crear en su mente, tal como lo demostró en “Un Perro Andaluz” (Un chien andalou), filme que realizó en colaboración con el célebre cineasta Luis Buñuel.
Entre sus obras más destacas, que incluyen pintura, escultura, cine y literatura, se encuentran “La persistencia de la memoria” o “Los relojes blandos”, “Cisnes reflejando elefantes”, “Fiesta en Figueras”, “Retrato de mi padre”, “El cesto de pan” y “Momento sublime”, entre muchas otras.
Dalí falleció el 23 de enero de 1989, a la edad de 84 años.