Sumie García es una joven artista mexicana que ha destacado por igual en la fotografía que en la producción y postproducción de cine, y, más recientemente, en la realización de cortometraje documental, área a la que ingresó con el pie derecho al ser premiada por Retrato familiar en el 15o. Festival Internacional de Cine de Morelia.
En una breve estancia en la capital del estado, la artista visual concedió una entrevista a Diario de Xalapa para hablar de Ishi, exposición que permanece a la vista del público en Flavia, Galería (Jiménez número 42).
Video: Jaime Rivera
Ishi significa piedra en japonés y el nombre fue elegido con la inspiración de una práctica ritual sintoísta que venera a los espíritus de la naturaleza. Ella fotografió formas rocosas en Punta Cometa, Oaxaca, para luego intervenirlas con hilos dorados.
Sumie inició así la exploración del proceso de la sacralización de las cosas mediante el rito.
“Parto de la idea de que en Japón, en el sintoísmo, hay ciertas piedras que se consideran sagradas, se vuelven altares donde son recibidos los dioses. Las piedras son rodeadas con unas cuerdas elaboradas con hojas de arroz —se piensa que así se delimita lo terrenal de lo divino—. Lo que quise trabajar es cómo un objeto tan sencillo puede convertirse en algo más, en algo religioso”.
Al jugar con la idea de la materia, Sumie determinó que las fotografías tuvieran varios pasos: fotos en dos dimensiones, impresas sobre papel; fotos donde la piedra se recorta de su contexto —queda flotando en un marco de vidrio—, y por último, unas piedras físicas.
“Lo que busco es hablar un poco de la representación de los objetos. En cuanto a la intervención de la fotografía con hilo, justo pensando en los rituales, hice cuerdas con los hilos, que tejí con diferentes conteos, siguiendo un rito personal.
Casi todas las fotografías tienen tres intervenciones y cada cuerda tiene diferente número de hilos. Sucede que el número tres es bastante común en los rituales...”.
Sumie, quien ha trabajado durante ya varios años en cómo representar el tiempo en la foto, mencionó que otros de sus intereses son el paisaje intervenido, tanto el natural como urbano, el cual hace con cámara digital.
Aunque en sus inicios hizo foto análoga, acepta que lo digital, la inmediatez, le permite ahondar en el collage y la animación.
CINE
De su faceta como documentalista, emocionada, dijo que se ha convertido en un escape para poner a prueba su creatividad y salir un poco de la producción, que la mantiene cautiva por periodos muy lagos.
“Retratos familiares me ayudó a tener la seguridad de que puedo seguir en esa área”.
Con respecto a cómo visualiza el cine mexicano en la época actual, opinó que está en un momento complicado y recordó los resultados ofrecidos por el Imcine el año pasado: “Fue el periodo con más cine mexicano de la historia”.
No obstante, expresó que hay un lado triste: “estas películas no se ven. La que menos dinero recaudó arrojó la cantidad de 450 pesos. Eso no es alentador”.
Pese a ello, con mirada optimista, expresó que es necesario repensar la manera en la que se hace cine en México.
“Quizá el cine no siempre es la única opción. Hay que analizar otras alternativas para seguir contando historias. Se me ocurre que pueda ser por medio de cortos, de fotografía... Y otra cosa, hacemos cine muy bueno, pero también muy malo, y el bueno no se ve. Reitero, debemos pensar en formas alternativas de distribución, pero también de hacerlo”.
Contenta por lo que vive actualmente, Sumie García extendió la invitación a visitar Ishie, la cual, en colaboración con Ángulo Cero, después de Xalapa llegará a la Ciudad de México.
Tres intervenciones tienen casi todas las fotos y cada cuerda tiene diferente número de hilos, pues el número tres es muy común en los rituales