Artista rinde tributo a la sabiduría de las abuelas

Las obras parecen vestigios de una cultura imaginaria

Maribel Sánchez

  · sábado 13 de julio de 2019

Foto: Maribel Sánchez

Kira, Tanij, Emtra, Anisa, Namatea, Lavinia y Burcu son solo algunos de los nombres de las mujeres de siete generaciones que son antecesoras de la artista Adelia Sayeg, quien les rinde homenaje con una colección de instalaciones y cuadros titulada Machama, palabra que en náhuatl significa anciana sabia o amada abuela.

En exhibición en el Museo de Antropología de Xalapa, 40 obras conforman seis instalaciones, en tanto al centro del espacio expositivo permanece otra, con 330 cuencos-senos de obsidiana, en lo que se podría considerar la mayor ofrenda a la Machama.

La muestra es un tributo a 127 de las antecesoras de la autora con raíces en medio oriente, pero también, una muestra del imaginario creativo de una mujer para quien no hay límites, ni en la creación ni en el empleo de materiales.

Foto: Maribel Sánchez


Así, lo mismo se puede pensar que lo expuesto son vestigios o utensilios, cerámica antigua o, de tan contemporánea, reminiscencia pura de lo que fuimos y somos.

“Estas piezas son objeto y, a la vez, lugar. Son paisajes, laberintos, ciudades en miniatura llenas de elementos colgantes, fuerzas en constante movimiento, engranajes, pesos y contrapesos”.

En el texto de sala, Erik Castillo explica que las temáticas que proyecta la exposición recuperan la figura mistérica de la Gran Diosa Madre y, entre otras experiencias, se refieren a la transmisión matrilineal del saber, a la celebración de la belleza del cuerpo a través de las edades, al acceso al tiempo sagrado y al descubrimiento del sentido por la vía del silencio estético.

Además del discurso, cuyo eje es la sabiduría ancestral, llama la atención el uso de materiales tan diversos.

Una sola pieza puede tener hasta cinco o seis. Y es que Adelia Sayeg recurre al barro, a la madera, a las fibras, al cacao, las conchas de cauri, a la seda, al lino, a la lana, a semillas de codo de fraile, a textiles antiguos, cuentas de cobre, semillas, textil antiguo andino, piel, acero, rebozos, fibras antiguas de Petra, huesos, cascabeles, calcita verde, fragmentos de vasijas, textil turco del Mediterráneo y hasta un colmillo.

Conocer las instalaciones de la artista es un deleite a los ojos y un mensaje para reflexionar en torno a todo lo que el concepto mujer encierra.

Adelia Sayeg ha participado en más de 90 exposiciones en México, Estados Unidos y algunos países de Europa y Asia. Hoy hay oportunidad de conocer su trabajo en el MAX, hasta el 14 de agosto en la sala Mezanine. La entrada es gratuita.