Orwell fue un escritor comprometido y sus obras son reflejo de su preocupación por la transformación social que ya se vivía en aquellas primeras décadas del siglo. Sus denuncias sobre el totalitarismo y los regímenes absolutos fueron siempre las directrices de su obra tanto narrativa como ensayística.
La vida de Orwell estuvo rodeada de pobreza. Cuando en la década de los años veinte se desempeñó en el servicio militar de la colonia inglesa que se mantenía en Birmania, Orwell tomó conciencia de todos los abusos que cometían los ingleses en ese continente.
Abandonó la India para vivir en París y Londres, en donde su situación económica y de salud nunca fue superada, de esa experiencia dio a la imprenta: Sin blanca en París y Londres. Algunos años después se trasladó a España para ir a luchar a favor de la República e inmediatamente después del triunfo de la Falange abandonó el país ibérico y escribió Homenaje a Catalunya.
Habiendo escrito sobre la Guerra Civil Española, sobre sus años de pobreza, sobre los mineros del norte de Inglaterra, en fin, sobre todos los temas sociales que le importaban, Orwell inició la redacción, ya en la década de los cuarenta, de sus obras más célebres: por un lado, Rebelión en la granja, alegoría que ridiculiza y critica aguda e inteligentemente la situación de Rusia y los abusos del stalinismo; y por el otro, 1984, otra alegoría sobre los sistemas totalitarios que, en esta novela de Orwell, fueron casi premonitorios: el interés de los gobiernos por controlar todo: medios de comunicación, mercadotecnia, lecturas, etcétera. Es en este último libro que nace la figura del “Big Brother”, ente dominador y absoluto que observa y regula los actos de los hombres.
Pero no sólo la obra narrativa de Orwell debe ser recordada como –además de absolutamente literaria– comprometida y penetrante, sino que debemos atender las ideas que Orwell dejó plasmadas en cuatro volúmenes que fueron editados años después de su muerte y a donde se recogieron todos sus ensayos sobre temas ya literarios, ya políticos.
Tenemos ahora en nuestras manos la edición que preparara la editorial mexicana Sexto Piso sobre una selección de los ensayos más célebres de este autor inglés.
Ensayos escogidos de George Orwell contiene una serie de textos sobre temas sociales y literarios que, en Orwell, nunca fueron tópicos ni separados ni distintos.
Con prólogo de Eduardo Rabasa, este libro abre con una gran disertación de Orwell sobre la idea de nacionalismo, para continuar con un extenso ensayo sobre el socialismo en Inglaterra.
Uno de los textos más recordados de Orwell es aquel bellísimo ensayo que publicó sobre Gandhi. En cuanto a la parte literaria se incluyen ensayos sobre Tolstoi, Shakespeare y Swift.
Aquí hay que detenerse a decir que uno de los escritores más admirados por Orwell era, precisamente, Swift, autor de Los viajes de Gulliver, libro al que Orwell dedica un ensayo para desentrañar las relaciones entre política y literatura.
Pero no sólo sobre narrativa y política escribía Orwell, aunque fueron pocos sus ensayos sobre artes plásticas, es recordado aquel que (incluido aquí) hiciera sobre Salvador Dalí.
En fin, que quien recuerde su lectura de Rebelión en la granja y 1984, tendrá que visitar al Orwell ensayista y descubrir que si su narrativa es ya de suyo reflexiva, en el ensayo Orwell es de los autores clásicos en el género.