Si en la reunión de ensayos titulada Visitando a Mrs. Nabokov Amis había abordado los deportes, la literatura, el cine y la música, en La guerra contra el cliché (Escritos sobre literatura) Martin Amis se ocupa casi exclusivamente de temas literarios, salvo por sus obsesiones: el ajedrez, el futbol y el póquer; y por algunas presencias ineludibles en los momentos de escribir estos artículos: Hillary Clinton y Margaret Tatcher.
Aunque el editor Jorge Herralde decidiera hacer sólo una selección en español del abultado volumen editado en inglés, es ésta una buena muestra de los no pocos recorridos que Amis ha hecho a través de las literaturas. La guerra contra el cliché bien podría ser una guía de lectura como lo es El canon occidental de Harold Bloom, pues nada escapa a su curiosidad: la literatura inglesa, ante todo, pero también la norteamericana, la latinoamericana (Borges a la cabeza) y la literatura clásica; en este punto el único ensayo que resultará lamentable para el lector hispano es el dedicado a El Quijote, ensayo en el que Amis resta importancia a esta fundamental obra de la literatura universal.
En quinientas páginas Amis da un periplo profundo por las letras: Ballard, Burgess, Coleridge, Milton, Dickens, Donne, Waugh, Wodehouse, Lowry, Kafka, Wolfe, Vidal, Bellow, Naipaul, entre muchos otros.
En otros momentos ya hemos reseñado aquí algunos de los libros del autor de Dinero y El libro de Raquel, etc.; obras de la ficción de la primera línea inglesa. Y sólo en Visitando a Mrs. Nabokov y La guerra contra el cliché hemos podido leer al Amis crítico, que es igual de fructífero que el Amis narrador.
Aunque los juicios de Amis vertidos en la prensa londinense y norteamericana han causado escozor, es importante decir para los lectores que apenas lo conocen, que los juicios de Amis se han convertido, a más de agudos y conspicuos, en los más temidos por todos aquellos colegas que pasan por su pluma.
Tal vez sea solamente John Updike quien pueda emparejarse al sentido crítico de Amis. Son estos dos, a juicio de la crítica literaria, los autores más notables y sagaces, al tiempo de ser los mejores lectores del canon literario y de las obras más contemporáneas. Naturalmente uno puede estar o no de acuerdo con Amis o con Updike; lo cierto es que, en el caso de Amis, su prosa es de tal manera convincente que apenas el lector podrá argüir o esbozar alguna idea en contra.
Algunos críticos nacionales han intentado las formas críticas de Amis (que fueron también las de Montaigne, Hazzlitt o Saint-Simon): la inclusión de los elementos personales en la crítica literaria. Así, vemos a un Amis que lee a Joyce o Vonnegut, y justo en esos momentos tiene que contraatacar a la prensa amarillista, o enfrentar una demanda. Vemos a un Amis que da un paseo por toda la obra de Saul Bellow y que también está preocupado por su revés en el tenis.
Martin Amis, además de compartir con Barnes, Ishiguro, Byatt o McEwan los primeros lugares de la narrativa inglesa, es también el crítico más implacable y más lúcido que podamos leer ahora.