Rodolfo Mendoza
¿Quién es Maurice Blanchot? Para los franceses es uno de los más grandes pensadores del siglo XX. Novelista, filósofo y crítico literario, Blanchot es una de las figuras tutelares de las letras francesas. Para los lectores en lengua española es un nombre más proveniente de Francia.
¿Por qué Blanchot no ha sido del todo comprendido y, ni siquiera, leído en México o España? La respuesta que pueda dar quien esto escribe puede ser muy azarosa, pero arriesgando una, podemos decir que la obra de Blanchot es una obra compleja y, casi, dirigida a gente verdaderamente entregada a las letras. No es que sea un autor elitista, sino que siendo un hombre tan culto, para algunos puede resultar asfixiante leer a un gran escritor que basa sus argumentaciones en otros grandes autores que tampoco han sido tan leídos por los hispanohablantes.
Novelista desde su juventud, Blanchot es autor de un portento novelístico: Thomas el oscuro, novela en la que Blanchot construye las propias reglas de la novela; las construye y las transgrede. Ésta es una de las grandes novelas y una de las más complejas de las letras francesas del siglo XX.
Crítico literario que tuvo que serlo al darse cuenta de que la crítica era otra manera de hacer literatura. Para Blanchot, la crítica literaria es una de las formas más puras de la literatura. Sus ensayos son algunas de las miradas más certeras, más profundas de los autores que él admiraba.
Nuestro autor fue un estudioso de la literatura y muy allegado a los círculos filosóficos y psicológicos de la época. Este volumen, La amistad, reúne algunos ensayos sobre literatura y un texto en suma interesante y emotivo sobre, precisamente, la amistad. Para
Blanchot la amistad era “esa relación sin dependencia, sin episodio, y donde, no obstante, cabe toda la sencillez de la vida”. Fue un hombre devoto de sus amigos.
Dijo Jacques Derrida (quien pronunció un discurso a la muerte del novelista): “Emmanuel Lévinas era el gran amigo que Maurice Blanchot –como me confesó en una ocasión– lamentó tanto ver morir antes que él. Quiero honrar aquí su memoria y asociarla en este momento de dolor a las de Georges Bataille, René Char, Robert Antelme, Louis-René des Forêts, Roger Laporte”.
Blanchot fue el más grande amigo de dos titanes ya mencionados: Lévinas y Bataille. Precisamente el ensayo que da título a este libro fue escrito por Blanchot a la muerte de George Bataille.
Hay que decir aquí que, a pesar de que la mayoría de los ensayos incluidos aquí tienen que ver con la literatura, tienen que ver, también, con la amistad o el cariño que unía a Blanchot con algunos escritores, aunque a muchos de ellos no los hubiera conocido.
Un lector se convierte en amigo del autor, aunque éste hubiera vivido cinco siglos antes. Cuando un lector tiene tan presentes ciertas lecturas y ciertos autores, hay ahí una suerte de amistad atemporal y sin espacio.
En La amistad podremos leer ensayos sobre Kafka y René Char, sobre la Duras y Leiris, sobre Paulhan y Vittorini.
Maurice Blanchot es uno de los grandes escritores del siglo XX que, para fortuna de los lectores en lengua española, tenemos más cerca gracias a este libro que bien puede ser el prólogo a tota su imprescindible obra.