Xalapa, Ver.- “Las calles también son foros y la intervención de los espacios públicos con danza contemporánea es una valiosa forma de llegar a más personas”, declara en entrevista el bailarín Wilber Mendoza.
El creador escénico, director y performer, quien presentó en el centro de Xalapa la obra “Otras maneras de decir te quiero”, afirma que la danza sucede en todos lados.
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“Vemos a la gente bailando en la calle, en las fiestas, en los antros. La danza es muy humana y el espacio público tiene un carga política donde los cuerpos pueden tomar un mensaje muy diferente”, declara en entrevista.
En el marco de su participación en el Encuentro Nacional de Danza México 2024, que por primera vez se realiza en Xalapa, el artista compartió su pieza con un mensaje de amor y respeto, con el fin de abonar a sociedades más incluyentes.
La pieza de quien se presenta como orgulloso heredero de las culturas zapoteca y mixteca, manifiesta que uno de sus intereses es hablar sobre la identidad étnica y “queer”.
La danza, opina, puede ser un lenguaje emotivo para ahondar en las discriminaciones que viven las personas indígenas y de la diversidad sexual, a partir de lo observado en su tierra de origen, Oaxaca.
“El xhio, símbolo de vuelo y liberación, invita a expresar y recibir el amor en su diversidad, promoviendo el orgullo individual”, expresa el educador artístico de 26 años de edad.
La danza y el movimiento son para Wilber su razón de ser, afirma convencido quien a pesar de su juventud ya destaca a nivel nacional e internacional en la creación, la educación artística y la videodanza.
En conciencia con el ser y el medio ambiente, el vestuario de "Otras maneras de decir te quiero" es realizado con aguacate y evoca la piel, imperfecta y con texturas diversas.
Previo a la presentación de su pieza, para la cual contó con el apoyo a Jóvenes Creadores con Trayectorias del Fonca 2022-2023, también se refirió al momento que vive la danza contemporánea en México.
Se trata, dice, de un momento duro, difícil en cuanto a financiamientos y apoyos económicos. Asegura vivirlo, sin embargo, cree también que en la generación joven hay muchas rupturas benéficas, tanto en la enseñanza como en la creación.
“A partir de la visión que se va generando con lo vivido con maestros y coreógrafos, ahora sabemos lo que queremos hacer y lo que no. Vamos formando mucha comunidad entre jóvenes y, nacionalmente, me llena de mucha esperanza”, declara.
Para Wilber, el movimiento es el estado natural de la vida y convoca a conocer las propias corporalidades, así como a no perder la oportunidad asistir a las funciones programadas por el Encuentro Nacional de Danza.
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