Ciudad de México.- Doña María Martínez Hernández es originaria de Hueycuatitla, municipio de Benito Juárez, al norte del estado de Veracruz, pero no es en la Huasteca Baja donde la encuentro sino en la Ciudad de México. Junto a ella está Viviana Hernández María y ambas bordan flores en lienzos de manta que posteriormente unirán para convertirlos en blusas.
Pese a sus escasos recursos y pertenecer a grupos originarios, ellas viajan constantemente. A veces están en municipios veracruzanos; otras, en ferias del sureste mexicano, donde venden las prendas y accesorios que elaboran. A diferencia de los grandes diseñadores, que buscan decididamente que su nombre sea reconocido internacionalmente, declaran que su objetivo es mostrar lo elaborado por todo un grupo de mujeres.
Nosotras pensamos que ahora es mejor trabajar en colectivo, apoyarnos y no ser egoístas con lo que sabemos. Mi mamá y mi abuelita me enseñaron a mí a bordar, pero ellas no vendían. No sabían cómo hacerlo.
Doña María Martínez explica que en su pueblo la gente no compra productos que ellos mismos saben elaborar, por eso crearon Xochitlatzomanih (Bordadoras de Flores), un grupo que se acompaña para salir de la comunidad.
“No vamos juntas. Solo dos o tres, pero llevamos lo de todas. A veces vendemos y les entregamos su dinerito a las compañeras. Cuando no acomodamos nada, no nos entristecemos porque ya salimos por lo menos a ver otros lugares y otras personas”.
Viviana Hernández considera que es bueno que ahora existan encuentros, ferias y festivales a los que las invitan, porque eso las ha ayudado a entender que su labor como bordadoras tiene un valor para los demás.
Saber que hacemos algo bien, algo que les gusta a otros, es muy bonito. Estamos contentas y queremos hacer más cosas. Luego platicamos y decimos que sí, está bien ganar dinero, pero también nos gusta ver cuando se admiran las personas por los bordados que hacemos.
Las Bordadoras de Flores se reúnen en la Casa Pochotl, donde ahora también los niños empiezan a bordar. En el “antiguo diseño” y el punto de cruz han encontrado una motivación, una labor que las hace más fuertes ante la adversidad de su contexto social.
En Xalapa tienen un aliado, Crescencio Hernández Osorio (2281 203980), con quien es posible hacer pedidos de blusas, manteles, servilletas, camisas, guayaberas, tapetes, caminos de mesas, diademas, fundas para cojines y almohadas, cinturones, bolsas, portacelulares, entre otros artículos, todo, bordado sobre manta o lino.