Veracruz, Ver.- El origen de los candiles que iluminan el pasillo central de la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción, en la ciudad de Veracruz, se encuentra envuelto en un mito que por muchos años ha alimentado la creencia popular.
¿Cuál es la creencia popular de los candelabros de la catedral de Veracruz?
La versión que se ha contado y popularizado de generación en generación es que fueron un regalo que Maximiliano y Carlota dieron al pueblo jarocho, durante su estancia en la ciudad de Veracruz en 1865.
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Sin embargo, para el historiador Ricardo Cañas Montalvo, esta versión -aunque romántica- está alejada de la realidad y no existe ninguna evidencia escrita de que dichos candiles hayan sido un regalo del emperador y su esposa.
De acuerdo con Cañas Montalvo, la estancia de la pareja en el puerto de Veracruz fue muy breve, pero durante el tiempo en el que estuvieron se pudo documentar en escrito todo lo que Carlota hizo.
En estos documentos, destaca el experto, se puede encontrar que Carlota visitó varias veces la catedral para participar en la misa. Pero jamás que la pareja haya hecho algún regalo a la iglesia.
“No existe documentación alguna que compruebe que esos candelabros los donó Maximiliano y Carlota a la iglesia, hay mucho escrito de la visita en la que estuvo prácticamente 5 días aquí Carlota en noviembre de 1865 y que visitó la catedral varias veces”.
Ricardo Cañas cuenta que durante su estancia en Veracruz, la pareja real hizo varios regalos, entre los que destaca dinero que se entregó en partes iguales a la población, así como recursos para construir una escuela y hasta un acueducto.
“Hay muchos datos de lo que se hizo en Veracruz, por ejemplo, Maximiliano dio 50 mil pesos para la introducción de otro acueducto desde el río Jamapa, porque teníamos el de la laguna del Malibrán”.
Otro elemento que refuerza la versión de Ricardo Cañas es que los candelabros de la catedral de Veracruz son eléctricos y funcionan con focos, no con veladoras, como debía ser en la época en la que ambos estuvieron en el puerto.
“Son de un estilo que se le conoce o se les llama María Teresa, esos candelabros ya son o eran desde un principio eléctricos, cuando Maximiliano estuvo en Veracruz o cuando fue el imperio de 1864 – 1867, no había energía eléctrica en Veracruz, en aquella época los candelabros eran de velas”.
Además de lo antes mencionado con la electricidad, el especialista indicó que el diseño de los candiles es de una época posterior, es decir, de hasta 40 o 50 años después de la estancia de Maximiliano y su esposa en Veracruz.
“Los brazos son más delgados y están forrados a los costados de cristal, ese tipo diseño no son del siglo XIX, en el siglo XIX los candiles eran distintos(…) tampoco había candelabros eléctricos, la electricidad llegó en Veracruz hasta 1893, es decir, casi 30 años después de Maximiliano”.
Ricardo Cañas reconoce que en Veracruz existe un edificio que es iluminado con candiles que pertenecieron a Maximiliano y Carlota, pero los candelabros son muy distintos a los que están en la catedral, ya que además de que no son eléctricos cuentan con las iniciales de los nombres de la pareja escritos en la parte posterior.
“Los espejos que se encuentran en lo que conocemos como el Círculo Mercantil Español, que está en Zamora esquina con 5 de Mayo, esos espejos en la parte posterior tienen intercalado las letras MC, que significa, Maximiliano y Carlota… esos se saben que eran de ellos y que los compraron para decorar el Círculo Mercantil Español”.