VENECIA. Considerado por los organizadores como el director español más importante desde Luis Buñuel, Pedro Almodóvar recibió ayer el León de Oro en el Festival Internacional de Cine de Venecia, el encuentro donde hizo su debut internacional con Entre tinieblas en 1983.
El director recordó que fue en Venecia donde nació como director y fue "bautizado", lo que supuso "un milagro", pues Entre tinieblas, una historia de vicios y secretos en un convento de monjas, no gustó al entonces presidente del jurado, Gian Luigi Rondi.
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Fue el primer gran festival que acogió a aquel muchacho llegado de la Movida madrileña y que sólo cinco años después regresaría a la Mostra con una de sus obras más aclamadas, Mujeres al borde de un ataque de nervios, que recibió el premio al Mejor Guion.
Estelarizada por Carmen Maura, Julieta Serrano, Rossy de Palma, Loles León y Chus Lampreave, aquella película mostraba, recordó, "la imagen de una España de la que me sentía orgulloso, una España ultramoderna", la estampa española de finales de los 80, desempolvada tras cuatro décadas de dictadura.
Como un referente histórico, aseguró, sus películas demuestran que ya desde el principio, la democracia española era real: "Yo era una muestra de ello", dijo.
Reconoció que el gran nutriente de su genio tras la cámara, ha sido la calle, así como la "interminable y divertida" noche madrileña.
Con Mujeres al borde de un ataque de nervios, no se llevó el codiciado León de Oro y, por esa razón, cree que el honorífico recibido ahora, es un "hecho de justicia poética", ironizó en la rueda de prensa previa a la ceremonia, aunque subrayó que no pretendía reprochar nada.
"El cine ha sido mi vida y no concibo lo que queda de ella sin hacer películas", explicó, en referencia a una "necesidad vital" sobre la que se explaya en su última obra, Dolor y Gloria, estrenada este año con Antonio Banderas en el papel principal.
En su discurso de aceptación del León de Oro, Almodóvar agradeció a todas las estrellas que han estado presentes en su filmografía, llamándolas por su nombre: Penélope, Marisa, Carmen o Antonio. "No he pretendido cambiar el mundo, sino narrar el mío con libertad e inocencia", aseguró el realizador, antes de tener entre sus manos un premio que en ediciones anteriores recibieron algunos de sus referentes cinematográficos, como Buñuel, Michelangelo Antonioni o Federico Fellini.