SAN SEBASTIÁN. La 68ª edición del Festival de Cine de San Sebastián arrancó con la película Rifkin’s Festival, la última de Woody Allen, un homenaje al cine y a los realizadores que le han inspirado, entre ellos Luis Buñuel.
Fuera de concurso, con este filme el cineasta neoyorquino espera haber sabido comunicar su gran amor por el cine, rindiendo homenaje a muchos de los cineastas que le han inspirado como Ingmar Bergman, François Truffaut, Jean-Luc Godard, Federico Fellini y Luis Buñuel, entre otros.
“Esos cineastas fueron una inspiración, fueron una gran influencia, es decir, los maestros del cine, pero no veo ninguna razón por la que no llegaran hoy en día, en el futuro, nuevos cineastas de autor. Aquellos siguen siendo clásicos, igual que las obras de literatura”, dijo en videoconferencia vía satélite desde Nueva York
Ante la imposibilidad de viajar a España por la pandemia del coronavirus, “la cual ha estropeado todo”, Allen manifestó su emoción de estar en el festival “en el que me siento como en mi propia casa” y el que se inspiró para hacer Rifkin’s Festival.
Insistió en que “existen unos cineastas maravillosos en estos días que serían colegas iguales de esos maestros del pasado y estoy seguro que habrá muchos en el futuro”.
A las salas, ha señalado, "no les sale rentable mostrar filmes de bajo presupuesto y ganan más con esas otras; siempre es así, pero los que son artistas surgirán y aparecerán, aunque sea con una llama más baja, pero también será más duradera".
"La cosmética ha cambiado, pero el principio sigue siendo el mismo", ha resumido el creador.
Allen disparaba así desde la primera respuesta: "Mi festival ideal sería uno que tuviera películas sin mucha promoción a nivel comercial y que pudiera ver mucha gente; cintas curiosas, sin tirón comercial, no las típicas, y que las pudieran ver los críticos y difundirlas por el mundo".
La sala de prensa del Kursaal se estrenaba en esta difícil edición del Festival con menos de la mitad de los periodistas que suelen acudir a sus encuentros internacionales; así, con apenas ochenta representantes de medios de comunicación de todo el mundo -muchos se quedaron fuera-, Allen en una pantalla y el actor protagonista, Wallace Shawn, en otra, fueron recibidos con una ovación.
Enseguida ha lamentado -"nos ha roto el corazón", ha dicho- no poder asistir en persona al Festival y pasar "al menos, un par de noches" en la hermosa ciudad que le ha acogido, a él y a su familia. "Disfrutamos cada minuto, mi mujer lo pasó muy bien haciendo trekking, nos encanta la gente, la comida. Pero esta horrible pandemia nos lo ha estropeado todo", ha comentado.
Esta es la segunda vez que Allen inaugura el Zinemaldia, tras la apertura en 2004 con Melinda and Melinda, cuando el Festival le entregó el Premio Donostia y le dedicó una retrospectiva a su obra, pero hoy su presencia, aunque sea virtual, tiene un significado especial.
Rifkin’s Festival es un flashback que narra la historia de un matrimonio estadounidense que acude al Festival de San Sebastián a causa del trabajo de ella, más joven y activa que él, y cómo sus vidas dan un vuelco no sólo a nivel personal y afectivo, sino por el embrujo que causa en ambos el encanto de un certamen donde aún es real la fantasía del mundo del cine.
Participan en la cinta Elena Anaya, Louis Garrel, Gina Gershon, Sergi López, Wallace Shawn y Christoph Waltz
UN FESTIVAL ATÍPICO
A consecuencia de la pandemia del coronavirus Covid-19, la 68ª edición del Festival de Cine de San Sebastián se adaptó con dos objetivos prioritarios: en primer lugar, crear un espacio seguro, y, en segundo, proponer una experiencia cinematográfica lo más agradable posible.
Entre las diversas medidas para que el desarrollo del festival, que tendrá se desarrolla desde ayer y hasta el 26 próximo, sea seguro están la reducción de aforos, disminución del número de proyecciones, desinfección de las salas de cine, supresión de sedes, uso obligatorio de la mascarilla y alfombras rojas sin público.
LLEGA MICHEL FRANCO A SAN SEBASTIÁN
En el día de arranque también se proyectó Nuevo Orden, del mexicano Michel Franco, filme que fue seleccionado en competencia para el Premio del Público en la sección Perlas del certamen que inició hoy y concluirá el día 26 de septiembre próximo.
Franco, quien llegó ayer a San Sebastián, también es parte del jurado de la Sección Oficial de la 68ª edición del festival, junto con el cineasta italiano Luca Guadagnino, que lo presidirá, la productora española Marisa Fernández Armenteros y la directora de vestuario sueca Lena Mossum.
El día 12 pasado, el realizador, guionista y productor mexicano ganó el León de plata, Gran Premio del Jurado, de la 77 edición del Festival Internacional de Cine de Venecia con su sexta película Nuevo orden, la única película en español en la competencia oficial del festival italiano.
Nuevo orden tiene en el reparto a Naian Norvind, Diego Bonetta, Mónica del Carmen, Fernando Cuautle, Darío Yazbek y Eligio Meléndez.
El filme es una distopía de un futuro cercano que profundiza en las disparidades de clase en México en el que una revuelta social desencadena un violento golpe de estado visto a través de una solidaria joven y de los sirvientes que trabajan para su acaudalada familia.
Para el certamen vasco, Franco es, sin lugar a dudas, uno de los máximos exponentes de la generación de realizadores mexicanos que, a lo largo de la última década, ha revitalizado la filmografía de ese país.